CAPÍTULO 27: Azul infinito

95 12 5
                                    


Brandon

[Libreta de pensamientos.]

Han pasado ya dos meses desde que él, se fue. Y solo un par de semanas desde mi primera consulta con el señor Jordan, mi psicólogo. Este libro consta de 20 páginas repleta de frases, poesías, y reproches hacía Michael. Y hacía mí.

Se supone que esta terapia de duelo me ayudaría a desahogar todos los pensamientos que se entrecruzan en mi cabeza día y noche. Aún no si eso es cierto...

Dejar a un lado a Michael fue tan difícil y doloroso, ya que día y noche me llenaba de rabia en solo pensar lo difícil que era dejar el pasado atrás.

Solo volver a ser yo. Y no aquello en lo que él pretendía convertirme.

Sin embargo, extraña todo de él. Su presencia, su olor suave y hogareño, su risa, sus abrazos, sus... labios.

Jamás me había sentido así al perder a una persona. Entonces... ¿Por qué?

El señor Jordan ya me a explicado mil veces que soy Demisexual y eso. Qué si no me apego a alguien sentimental y profundamente, no sentiré el placer auténtico de una relación de verdad. Y que eso podría aplicarse a ambos géneros. Aunque quizás yo solo estuviese con mujeres porque me había dicho a mí mismo que así debía ser. Todo parecía señalar que mi heterosexualidad solo era un montaje propio por ser el hijo y hombre perfecto. Y que era tanto el placer de sentirme así que inconsciente mente no podía ni imaginar en estar con un hombre. Y mi tendencia a ser demisexual solo hacía menos probable que un chico me generase algo.

Yo me negaba rotundamente a aceptar eso. Pero solo así podría explicar porque jamás me sentía conforme. Con nadie. Solo con él...

Él se había ido sin decirme. Y cuando supe lo que había pasado, aquel día que estaba de visita en la casa de mis padres y al ir al centro me crucé con Tyler y casi nos peleamos, el mi dijo lleno de rabia, que Michael casi no lo contaba.

Sus palabras fueron:

"De yo no haber llegado pudo haber muerto. Tú sabías, sé que sabías de su tendencia a sufrir de ansiedad y deprimirse. Ustedes saben todo el uno del otro. Y no te importó. Solo lo hiciste a un lado por tu maldita heterosexualidad. Porque no sabes que mierda quieres. Pues púdrete, imbécil, ya que él se fue lejos. Y si no te interesa, ya está bien. Así que ve por ahí a buscar vaginas en dónde meterte un rato. Y no te me cruces de nuevo".

De no ser por Guillermo, las cosas hubieran pasado a mayores. Solo fueron unos golpes y ya.

Pero sus palabras, esas habían dolido. Vaya que si...

Ese día me rompí en mi habitación, y de nuevo no sabía qué hacer. Había dejado la casa de mis padres. Había renunciado a Mi mejor amigo porque pensé que sería lo correcto para ambos. Y me odiaba por eso.

No había estado allí para él.

Y sabía que él había intentado hablar conmigo, porque sabía que yo necesitaba su apoyo. Pero nunca le respondí.

Mi nuevo trabajo era agradable. Mi nueva rutina me mostraba algo de mi que desconocía, un nuevo yo, paciente y dedicado a seguir. Pero la culpa seguía allí, susurrándome que era un cobarde.

No creo que todo se resuelva con escribir en esta libreta...

-7 meses han pasado desde que comencé a escribir aquí. Creo que las cosas han mejorado. Excepto por el hecho de que ahora soy un espía enfermo...

Aclaro:  de vez en cuando entro al Facebook de Michael. Tiempo atrás lo había eliminado de todas mis redes. Y ahora siempre, antes de dormir, solo revisaba que él estuviese bien. Veía sus estados, sus fotos; sonriendo. Vestido elegantemente. Con una barba de candado espesa decorando su rostro que curiosamente se me había mayor. Ahora podía apreciar en él cosas que antes no veía de igual forma...

Por Siempre, Mejores AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora