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Michael

Los días han sido extraños, llenos a su vez de tristeza, melancolía y soledad. Hace mucho tiempo que no me sentía de esta forma, cuándo lo único que quiero es que me dejan en paz.

He pasado la mayoría del tiempo echado en el sofá, mismo sofá en que él todos los días se recostaba a disfrutar de sus tan amados partidos de fútbol americano. No se bien porqué elegí este lugar para desahogar mi tristeza, pero supongo que se debe a lo mucho que me recuerda a él y cómo su olor aún perdura en el cuero sintético.

Todo esta a oscuras, apenas iluminado tenuemente la poca luz que se filtra en la sala. No e abierto la puerta y les e pedido a todos dejarme solo. Sé que Tyler esta preocupado al igual que los chicos, pero la vergüenza no me permite verlos a la cara. Porqué al fin y al cabo, todo fue por mi culpa. Yo fui quien mintió, el que no confió en su mejor amigo como él lo hizo conmigo. Fue mi culpa hacerles pasar a todos un momento tan desagradable y gracias a eso, hice que lastimarán al chico con quién salia y por primera vez en mi vida, pelee con alguien y recibí un golpe en la cara, que más es por su significado, que por el dolor que aún perdura en mi mentón amoratado. Fue un golpe que estrujo mi alma y corazón, y quizás, era lo que necesita para abrir los ojos de una maldita vez.

No puedo siquiera hablar con Bernaldo, aunque a insistido en visitarme todos los días para ver como estoy, no quiero verlo a los ojos y saber que que esa marca en su mejilla es por mi culpa. Hace tanto que no me atrevía a salir con alguien y cuando al fin me animo a superar las cosas, todo termina hecho un desastre.

No tiene caso. Quizás debería alejarme de todos y quedarme sólo. Así no tendré a quién lastimar, ni desilusionar, más que a mi mismo.

Oigo un mensaje y sé que es Tyler, lleva un buen rato enviándome textos.

No quiero hablar con él.

No quiero hablar con nadie. Solo quiero quedarme aquí y desahogar mi rabia.

Odio llorar por otra persona. Odia sentirme inútil cuándo sé, que e pasado por cosas peores que esta. Odio ser tan débil.

Perdí a aquello que más amaba y ahora, lloro por una estupidez.

Una que fue mi culpa.

Han pasado cuatro días desde aquella noche. Casi no e salido. Y como siempre que estoy deprimido, me cuesta mucho escribir. Debo terminar un libro antes de tres meses y al menos lo e adelantado bastante.

No han habido mensajes ni llamadas de él. Y yo tampoco me atrevido a buscarlo ¿De que sirve? Dejó muy en claro que no me quiere cerca. Pero necesitó hablar con él, y decirle qué los chicos no tuvieron la culpa de nada. Son sus amigos y nunca le mintieron, salvo para cuidar ese secreto que yo mismo les pedí guardar. Y debo decirle toda la verdad, hasta el mas mínimo detalle, voy a estamparselo en el rostro.

Él quiere saber quien soy, le haré conocer cada gota de mi dolor.

Respiro profundo y dejo salir el aire de mis pulmones. Y con ello, siento un ligero deseo de fumar, a lo que sonrío.

Primero me como un brócoli antes que hacer eso. Fue solo un pensamiento sin importancia, debido a que una vez fumé con unos amigos en una fiesta. Bueno, una pequeña reunión de cuatro personas. Y esa vez, quise hacer algunas cosas... fumé, tomé alcohol por primera vez. Y bese a alguien que apenas había visto, y dios, prefiero no recordarlo. Qué desagradable.

Observó el techo un buen rato. Mañana es la boda de la hermana de Tyler, y debo alquilar un traje... Roger ira con mi amigo, pero él insistió en que fuera, y de hecho, me contó qué invitó a Brandón hace poco personalmente, y aunque de seguro actuó de lo más normal, estoy seguro que la idea de ir le emocionaba. Yo sabía que estaba celoso porqué si invitación no se había presentado, a veces no lo entiendo. Qué yo yo sepa, no es muy cercano a Tyler.

Por Siempre, Mejores AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora