•CAPÍTULO 3: Intercambio

1.7K 126 9
                                    

Brandon

Hoy me levanté un poco tarde, mi tío y mi madre se habían marchado al hospital con mi tía Clairet para seguir haciéndole sus exámenes de rutina. Es lo mas cercano a un día libre que he tenido desde hace dos semanas, así que preparé y disfruté de mi querido desayuno típico que consta de: dos rebanadas de pan con aceite de Andalucía (Ingrediente que me costo un mundo encontrar), una Ensaimada que cocine en 45 minutos, y una taza grande de café con leche. Luego, completé con mi merengada diaria de proteínas y así logré satisfacer mi necesidad de calorías, para luego proceder a tirarme en el sofá y ver la vieja película de Godzilla. Me hacía falta un respiro.

Con una galleta a medio morder, reviso mi celular indagando un rato en la redes sociales, mientras los gritos y disparos inundan la estadía.

Simplemente acogedor.

Me paseo por Istagram. Genial, 14 nuevos seguidores. Facebook, 22 solicitudes de amistad, excelente. Twitter, 12 nuevos seguidores, así se hace. Por último, ingreso en mi Blog, donde mayormente dedico segmentos de cocina, público vídeos poniendo en prácticas recetas nuevas o experimentales, y uno que otro corto cantando ópera en Karaoke. He tenido esa última red abandonada, después de todo gran parte de mis cosas se quedaron en Madrid, y vaya que las extraño. En especial a mis peces, al colorido Fernando a y Ezequiel, la luna de franjas. Mas le vale a mi hermano que les esté dando de comer... o habrá problemas. Pero también echo de menos todos mis instrumentos de cocina, he tenido que recurrir a métodos más arcaicos y tradicionales de los que tenía idea, existían. Uno de ellos; es cocinar en una sartén cubierta con una sospechosa capa negra que según entendí, se forma con la grasa y ayuda a que los alimentos no se peguen.

A mi parecer, es asqueroso, y un delito estético hacia la cultura culinaria.

Una hora después, la película ya casi termina y he consumido una bolsa de Doritos, una de papas, galletas, y un pote pequeño de helado, sin calorías extras. La dieta señores
.
No sé a donde cojones se va todo eso, pero mientras no haya un caucho bajo mi ombligo, estaré bien. El ejercicio es en las tardes.

Oigo el nombre de la criatura protagonista de la película y eso me recuerda cuando ese chico me llamó así. Eso fue casi ofensivo. Soy más delicado respecto a mi altura de lo que la personas creen. No todo es gloria y felicidad para los gigantes... En especial cuando ese gigante quería entrar en el tobogán de los mini-parques de Mcdonal y no se lo permitían por sobrepasar la edad y tamaño estimado, lo que era mentira por que yo solo tenia 6 años, pero parecía como de 12. Los demás niños jugaban y yo ni en el estúpido columpio entraba. Me dolía. Oh, vaya que si.

Recuerdo claramente cuando estaba en primaria y todos me preguntaban si había repetido año. Parecía el adolescente mayor de la clase; el más alto, bruto y viejo, porque mi voz había quebrado rápido. Solo que esas personas no sabían que era incluso menor que la mayoría. Me habían ascendido un grado por mis notas altas y buena conducta. Y además, era un poco gordo...

Yo era algo así como: El misterioso caso de Brandón Lee. "El pequeño gigante".

No te rías, no es gracioso.

No siempre fui un sujeto guapo y seguro. Hubieron tiempos oscuros de mi vida. Bueno, ya está.

Oigo el sonido de una notificación.

¡Oh sí, nueva seguidora en Facebook!.

¡Así se hace Brandón!.

Me fijo un instante en el buscador, entonces algo se me ocurre. Ingreso y comienzo a teclear a mi velocidad luz ya usual.

Por Siempre, Mejores AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora