Ver como se llevaban a mi tía fue realmente difícil, y en especial cuando uno se percata del el esfuerzo que la persona postrada en la camilla hace para parecer fuerte ante la situación.
Ahora ya no está, y el miedo disfrazado de optimismo inunda de forma tensa cada partícula del aire. Estamos a la espera. El reloj avanzando con una lentitud agonizante. Casi tanto como los latidos perezosos en mi pecho. Hay mucho silencio, solo eso.
Mi madre está sentada al final del pasillo, rodeada por mi tío y mi prima, a su alrededor también se encuentran otros familiares que no conozco muy bien, solo los he visto en algunas ocasiones cuando venían de visita a ver como estaba mi tía, pero mi madre si los conoce. Es bueno que haya más persona, aunque no recuerdo mucho apoyo de parte de ellos. Claramente la familia familia del señor Carlos no es tan unida como la mía. Lamentablemente la distancia les hizo muy difícil venir ha acompañarnos, pero los mensajes no dejan de llegar por lo que dejo mi celular en vibración.
Por cierto, el señor Carlos no es realmente mi tío. Pero por aprecio y respeto mi hermano y yo nos acostumbramos a llamarlo así, algo que el consideró muy mono desde que lo conocimos. Michael me había preguntado hace poco cómo se habían casado si eran hermanos y yo, a través de mensajes le aclaré su pequeña duda. Él lo entendió perfectamente dado que como me contó, también llamada tíos a su padrino y algunos primos mayores que él.
Por otro lado, yo estoy en un banco largo de aluminio que chilla cada vez que me muevo. A mi lado está Michael, en silencio total, y me alegra que así sea. No seria agradable tener una entretenida charla en este momento, como hacen algunas supuestas primas mías más allá. Se ve que no conocen el significado de respeto. Aunque he oído que las personas reaccionan de distintas formas ante el miedo y la preocupación. Pero no creo que chismear sea una de ellas.
Por ejemplo, llevo un buen rato notando como Michael se restriega y truena una y otra vez manos y dedos cada par de minutos. Tiene una seriedad tan fría que me pregunto en que lugar se encontrará realmente, porque si de algo estoy seguro es, que su persona está a mi lado, pero su mente está en otro lugar muy lejano.
Pasan un par de minutos cuando me levanto.
- ¿Qué ocurre?- me pregunta él levantando la vista.
-Necesito ir al baño. Le preguntaré a una enfermera dónde queda. Ya vuelvo.
-En la habitación hay uno, como en cada una. Entras y a la izquierda. Ahí verás otra puerta. Dudo que tenga papel o mucha agua, suerte con eso.
-Eh, gracias. No necesito papel, solo iré a orinar-Lo miro un segundo. No quiero ser curioso pero... ese es el problema. Yo soy muy curioso.-¿Oye, has estado aquí antes?.
-Un par de veces.
-Mm... Entiendo -Asiento con normalidad - Voy al baño entonces.
Voy y regreso, y era cierto. Solo había un balde grande de agua y cero papel. Y se supone que esta es una clínica privada... vaya decepción. Menos mal solo quería orinar.
Pasa más de una hora y media. Y nada.
Media hora más.
Tampoco, nada.
Cuando estoy apunto de levantarme y preguntar como van las cosas en la sala de cirugía, que está dos pisos arribas, algo sucede.
Todo comienza a tensarse más.
Veo a unos enfermeros corriendo. Se dicen algo entre ellos y luego desaparecen por las escaleras por donde llegamos. Otro sube deprisa por las mismas para luego dispararse hacia el ascensor. En minutos los otros dos regresan cargando algunas cosas. Uno habla con mi madre y veo como ella le entrega algunas placas y radiografías. Él enfermero las toma y desaparece por el ascensor donde su colega lo espera.
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Por Siempre, Mejores Amigos
Teen FictionUna amistad se formará entre dos chicos cuyos caminos se cruzarán por accidente. Ambos de países distintos, se afrontarán a las adversidades que amenazarán con romper ese vinculo. Mismo, que lentamente, con ternura y risas, continuará creciendo. Por...