Por Siempre, Mejores Amigos

•CAPÍTULO 9: Reencuentro

[SEGUNDA PARTE]
Secretos

Michael

Han pasado ya cinco meses desde que Brandon se fue a España, y solo dos desde que yo me vine a Argentina. Todavía me cuesta creerlo y cada día que me despierto en la mañana, temo que todo sea un sueño. Aunque debo aceptar que tuve miedo y al principio estaba lleno de dudas. Pero aquí estoy, y pocas personas lo saben. Solo algunos familiares y Brandon. Hace un tiempo que no hablo con mis amigos y dos de ellos también se han marchado a otros lugares. Como Enzo, que esta viviendo en Colombia y planea ir luego a Italia. Y mi amigo Luis que se encuentra en Perú, pero desde que él y Julied terminaron se alejó de todos bruscamente. En fin, fue su decisión. Incluso tengo una prima en Chile. Pero ninguno sabe que estoy aquí. Es algo que quiero mantener en secreto. Llegué solo y me mantendré así, y si antes no sabían de mi, por ahora tampoco hará falta. Solo debo centrarme en mi trabajo y en lo que haré luego. Mejor dicho, lo que dentro de muy poco voy ha hacer.

Ir a España.

Desde que llegué, estoy dedicando la mayor parte del tiempo ha escribir, tomar cursos de cocina, escritura y ortográfica, voy al un gimnasio, y por supuesto, me dedico a investigar y leer documentos relevantes a mi trabajo. Tengo un proyecto futuro que he escrito en un pequeño cuaderno que convertí en una especie de diario personal. Consejo de un amigo. Lo que se escribe, se vuelve más real y posible para el que lo plasma, y fortalece la voluntad de hacerlo.

Es extraño como en solo unos meses se puede cambiar. Y con eso me refiero al hecho del ambiente, y físicamente. Desde que vine, noté como mi tez comenzó a aclararse, mi cabello tomó más color y el acné se a desvanecido casi por completo. Y nada de eso me molesta. ¡Es genial!. Y debo de decir, que le e dedicado esfuerzo a mi vanidad. Uno tiene que consentirse ¿no?.

Los días se han vuelto más largos, y mi ánimo se mantiene firme, al igual que la comunicación con mi familia, y con Brandon. Y ese es el único detalle.

Aunque pensé que lo superaría, apenas y puedo expresar las ganas que tengo de volver a verlo, y abrazarlo. Y en ocasiones me pregunto si debería seguir lejos hasta superarlo. Además, por lo que sé, el hombre ya tiene novia.

No será fácil, pero quiero verlo.

Además, siempre quise vivir en España.

Tampoco le he comunicado toda verdad. Sigue sin saber cuatro cosas, que me gusta, mi orientación sexual, que podría haberme ido a España hace más de un mes.

Y menos, que voy a ir en unos días. Él cree que aún me falta resolver unas cosas aquí. Pero resulta y acontece, que mi editorial tiene una sucursal en Madrid. Bendita sea la buena suerte. Amén.

Alguien toca la puerta de mi departamento y solo puede ser una persona.

Abro y allí está él: Tyler Norton. Un chico que conocí en el gimnasio hace más de un mes. El sujeto es guapo, el típico cuerpo atlético bronceado de un surfista de película, de cabello negro corto hacia arriba y un rostro masculino, y a veces dulce, porque en sí tiende a ser inocente cuando no me está molestando. Se a vuelto un buen amigo desde que lo conocí. En especial, porque hemos pensado irnos juntos en este viaje. Nos hemos contado muchas cosas y comprendimos que ambos habíamos pasado por momentos duros. Él me tomó cariño rápido y aceptó mi forma amarga y aburrida de ser. Nos complementamos bien.