¿Qué tal si reescribimos las estrellas?

Nuestra primera primavera.

[ Capítulo 37 ]

Durante la cena que tuvieron aquella noche en casa de Liang Hu, supieron que la pequeña cita que el encargado de administración del pueblo de KuanDin había salido mejor de lo esperado. Cuando Liang Hu fue capaz de darse el valor para entregarle aquella horquilla como muestra de su afecto, la señorita Meng Li no fue capaz de seguir conteniéndose y en un impulso, se lanzó a sus brazos y lo besó.

Después de la impresión y la vergüenza inicial, los dos rieron y se comprometieron. Liang Hu, pidió su mano y preparó sus regalos de compromiso al día siguiente después de comentárselo a los dos hombres que habían contribuido a darle valor.

Más de un mes pasó y el invierno amainó, dándole paso al arado de primavera y a los radiantes días despejados. Xie Yun y Xiao Zhan participaron de la fiesta por la buena cosecha y al día siguiente, bajo una calurosa y emotiva despedida, siguieron su camino, dejando el pueblo de KuanDin atrás.

Su viaje hacia el sur fue pacifico, deteniéndose en las villas, ciudades o pueblos que encontraban en el camino, o deteniéndose a descansar al aire libre. Disfrutando de los paisajes, las personas que conocían, la comida que probaban o los cantos de la naturaleza. Como también, del coqueteo constante, las miradas, los toques y los susurros, de un amor que poco a poco, los envolvía a los dos en una pequeña burbuja de intimidad y ternura.

Un poco más de medio año después en este viaje, los dos, pisaron el límite entre el reino demoniaco y el reino humano.

Por alguna extraña razón, cada demonio que se topaba con ellos, huía despavorido mucho antes de que XueHuang pudiera ser desenvainada del todo. A Zhan no le parecía del todo extraño, aunque sí, miraba a Xie Yun cada vez que esto pasaba, éste se hacia el desentendido y asustado, dándole un dedo hacia arriba por ser tan feroz y poderoso.

Zhan no sabía si reír o llorar por esto, pero lo dejó estar. Continuando su camino hasta que ambos llegaron al borde del río Hei, en donde tomaron un pequeño descanso.

- Zhan-Ge, si continuamos a través de la montaña pisaremos directamente terreno demoniaco, ¿Quieres seguir avanzando?

Zhan bebió un poco de agua, quitando su sombrero de paja y dejándolo a un lado - No, tampoco quiero invadir el territorio, eso sería inapropiado.- miró hacia el extenso terreno de hierba frente a ellos y la arboleda cruzando el río, sonriendo suavemente - Aquí está bien.

- ¿Mm? - lo miró emocionado - ¿Aquí?

- Mn, el pueblo más cercano no está muy lejos, menos de un día con Qinggong o con la espada, podemos ayudar si hay alguna eventualidad o si necesitamos algún material o comida que no podamos obtener por las cercanías. También, hay una buena visual hacia la cueva y las montañas por si algún demonio come-hombres aparece. Es un buen lugar.

- ¿Entonces, aquí construiremos tu casa?

Zhan lo miró con una sonrisa suave - Así es.

- ¡Genial!

Xie Yun parecía más emocionado que él mismo y eso era muy tierno. Los dos despejaron en un día una buena porción de terreno para comenzar la construcción. Primero, cortaron arboles y lijaron la madera, creando una buena cantidad para comenzar con la estructura, después, juntaron y acomodaron paja, haciendo una visita rápida al pueblo para hacerse de clavos y otras herramientas.