La atípica familia de mi demonio.

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[ Capítulo 57 ]





Aunque lo intentó, Yibo no consiguió que Zhan accediera a hacer el amor de nuevo. Así que, lo besó por largos minutos hasta que los labios de ambos quedaron hinchados y rojos antes de levantarse de nuevo y comenzar a prepararse para marchar al palacio de Wang YanLuo. Este último, cuando los vio llegar a la entrada del palacio donde esperaba con la señorita Jiao, Lao-Zhu y algunas sirvientas, solo bufó al notar lo que obviamente habían estado haciendo y no quiso mirarlos más.

Se despidieron de momento y Zhan agradeció como era debido la hospitalidad de ambos mayores, siguiendo a los dos demonios más poderosos de ese mundo, encontrándolo entre divertido, extraño e increíble. Sin duda, Xiao Zhan era todo un caso.

- ¿Papá, la tía está muy enojada conmigo? - preguntó con un poco (bastante) de temor, haciendo sonreír de medio lado a YanLuo.

- ¿Tú qué crees? Ni siquiera la fuiste a saludar antes de arrojarte al abismo oscuro para investigar y tratar de olvidar a este hombre tuyo, por supuesto que está molesta. Sobre todo, después de enterarse de la indiscreción de A-Ying - recordó el rostro de su sobrina cuando supo que su madre la había citado en la recamara interior y rió suavemente - Ella estaba realmente asustada de encontrarse con su madre.

Yibo tragó - ¿Al menos vas a ayudarme un poco si quiere golpearme?

- ¿Cuándo te ha golpeado A-Sao? Ella te mima mucho más que a su propia hija, sería una ocasión inolvidable si te reprendiera tanto como lo hace con A-Ying.

- ¡Oye! Soy tu hijo, ¿por qué quieres que me golpeen? ¡Hmph!

Los dos siguieron peleándose y gritándose, hasta algunos puntapiés, patadas y golpes de puño se hicieron presentes. Zhan, que miraba sus interacciones a unos pasos más atrás, solo pudo sonreír entre divertido y enternecido, porque ellos dos realmente se llevaban bien. Yibo se comportaba como todo un hijo mimado y aunque Wang YanLuo quería parecer molesto, en sus oscuros ojos, solo se podía ver el enorme amor que sentía por este cachorro suyo.

Llegaron al palacio un tiempo después, siendo recibidos por dos pequeñas demonios, hermosas y juguetonas como siempre, y una elegante y refinada Bicao.

- ¡Joven amo, pequeño joven amo, regresaron!

Las dos saltaron y orbitaron alrededor de ellos, más que encantadas de verlos ahí juntos. Zhan sonrió suavemente y le dio una venia educada a Bicao, la cual sonrió mientras tomaba la capa de su emperador. 

- ¡Joven amo, joven amo! Dicen que atrapó un rinoceronte de púas macho, ¡Eso es tan genial!

- ¡El joven amo es el más poderoso!

- ¡También el más guapo!

- ¡Y el más genial!

- Y...

- Joder, ustedes dos, ¿cuándo se callan? - se apretó el entrecejo y sintió venir un dolor de cabeza a causa de estas dos parlanchinas - En vez de estar chillando, díganme, ¿Trataron a mi Zhan-Ge como corresponde cuando se quedó aquí? Si no fue así, las castigaré.

- ¡Lo hicimos! - gritaron las dos al mismo tiempo - Lo tratamos bien, ¿cierto, pequeño amo humano?

Zhan sonrió - Lo hicieron, fueron muy amables.

- Le dimos la corona de flores.

- Tal cual lo pidió el joven amo.

- Bien, así debería ser, ahora piérdanse.

¿Qué tal si reescribimos las estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora