Velo rojo.

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[ Capítulo 41 ]






Después de la romántica y apasionada proposición, Yibo no dejó que Zhan viera las túnicas por más que se lo pidió.

- ¿Yibo, cómo se supone que sabré si me quedan bien si no las pruebo?

- Ya te lo dije, confía en mí. Conozco las medidas de tu cuerpo mejor que tú mismo, de todos modos, he tocado este cuerpo por todas partes muchas veces.

- Aish~ Pervertido - lo golpeó y ambos rieron, tomando el desayuno juntos antes de irse al pueblo - ¿Entonces no me dejarás encargarme de nada? ¿Solo me vestiré y me casaré sin tener ningún detalle?

- Básicamente.

- No es justo, esta también es mi boda.

Yibo rió al ver ese puchero en su siempre tranquilo cultivador - De verdad quiero sorprenderte, Zhan-Ge, te prometo que será la boda más hermosa de todas - tomó su mano y la besó antes de mirarse fijamente a los ojos - Si bien, no puedo pedir tu mano ni regalarte gallinas, si puedo darte una ceremonia hecha de todo corazón. Llena de rojo y dorado, íntima y llena de amor.- Zhan sonrió con ternura al escucharlo - Seremos solo los dos, pero la haré inolvidable.

- Lo sé, Airén. Todo lo que he vivido contigo hasta ahora ha sido inolvidable - los dos sonrieron - Es solo que me siento un poco inútil dejándote todo esto a ti.

- No tienes que sentirte así, de todos modos, casi no hay mucho que hacer.

- Bien, tu ganas - besó su mejilla - Queda todo en tus manos.

- Mn, no te defraudaré, lo prometo.

- Sé que no lo harás. Ahora termina tu comida o llegaremos tarde. Ya que terminaron las túnicas de invierno con las hermanas, supongo que asistirás a tus clases como corresponde hoy.

- Eh... Sobre eso...

- No.

- Aiyo~ ¡Zhan-Ge!

- No.

- Vamos~ Todavía debo ir al mercado por unas cosas, quiero aprovechar la mañana ya que hay poco movimiento y podré disfrazarme sin que nadie me moleste.

- ¿Será la última vez?

- Última vez, lo prometo - hizo un puchero - Me integraré de nuevo a caligrafía mañana.

Zhan rió - Está bien, última vez.

- Hmph.

- Ven a almorzar conmigo y recuerda que tenemos que ayudar a la preparación del pueblo para el festival de nuevo año, aunque no vayamos a participar.

- Lo sé, ahí estaré.

Los dos terminaron y dejaron ordenado antes de partir al pueblo y seguir sus rutinas. Yibo lo acompañó hasta la puerta del edificio donde Zhan enseñaba y se retiró por su lado para buscar lo último que necesitaría para que todo fuera perfecto. Que era, la jarra de vino y las copas de oro, más telas para decorar todo de rojo y dorado.

Estaba muy feliz. Casi flotando entre las nubes por haber sido correspondido en su proposición. Si bien sabía que Zhan lo amaba, era diferente cuando hablabas de matrimonio, porque eso suponía integrarse, pertenecer a la familia y antepasados del otro, y no sabía si Zhan-Ge podría hacer eso, de todos modos, había un abismo manchado con sangre entre los Wang y los Xiao. Pero ahora estaba bien, porque Xiao Zhan había aceptado y lo convertiría en su esposo. 

¿Qué tal si reescribimos las estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora