[ Capítulo 62 ]
Cuando la noche menguó y dio paso a una nueva mañana en el Diyu, un viento cálido mecía las colas de zorro y las ramas de los árboles de fuera, dejando que la hasta ahora silenciosa madrugada se llenara de los suaves ruidos de la naturaleza. Dentro de la improvisada carpa, dos amantes que se habían convertido en esposos nuevamente compartían el lecho abrazados piel contra piel, solo cubriendo su desnudez con una frazada de piel que Yibo había conseguido en el mercado antes de venir aquí. Era suave y del intenso color rojo de los álamos o el vino, Zhan pensaba que posiblemente estaba hecha del pelaje de algún tipo de bestia demonio, pero no lo pensó demasiado, estaba lo suficientemente cómodo y calentito bajo ella y los brazos de su esposo como para preocuparse.
No habían dormido nada después de hacer el amor unas cuatro o cinco veces durante esa noche, Zhan había perdido la cuenta después de su tercer orgasmo, y aunque pensó que su cuerpo se sentiría peor, además de sentir una leve incomodidad en sus piernas y espalda, no sentía cansancio, solo un poco de sueño, sobre todo siendo mimado como lo estaba siendo ahora.
Su cabeza estaba recostada sobre el pecho de su guapo demonio en donde podía sentir del todo su respiración tranquila y el suave latir de su corazón, con las piernas de ambos enredadas bajo la colcha y los dedos ásperos del castaño deslizándose suavemente de arriba hacia abajo por su espalda desnuda. Si tuviera que describir el paraíso sería esto.
Se acurrucó más contra ese pecho y dio un suspiro suave de comodidad, sintiendo como un suave beso caía sobre su coronilla y cabello.
- ¿Cómo te sientes? - escuchó la voz ronca de su esposo venir desde arriba y como esa mano grande se movió de su espalda a la parte trasera de su cabeza para acunar y acariciar esa parte de él.
Zhan volvió a suspirar - Bien, muy bien, solo un poco somnoliento.
- Deberías dormir un poco, fue una noche larga.
- ¿Qué hay de ti?
- Me quedaré justo aquí, velando tu sueño por ti.
Zhan rió suavemente - También duerme un poco.
- Lo intentaré, estando aquí no necesito dormir más de un par de veces al mes, ya que mi energía demoniaca se mantiene al cien por ciento mientras esté dentro del Diyu.
- ¿Y qué hay de tu parte súcubo?
Yibo rió - De esa parte mucho menos hay que preocuparse, de todos modos, mi esposo me dio mucho de eso anoche.
- Aish~ - Zhan se sonrojó y le dio un golpe en el pecho, riendo suavemente - Tonto.
- Duerme, Zhan-Ge, comeremos algo cuando despiertes.
- Mn.
Los dos permanecieron en silencio por unos segundos y la mente de Zhan fue cada vez más alejándose de la realidad, así que habló antes de quedarse totalmente dormido entre esos brazos y caricias.
- Airén.
- ¿Mm?
- Cántame.
Yibo sonrió y asintió en silencio, comenzando a cantar bajamente la canción que habían compuesto juntos, haciendo sonreír a Zhan, el cual se quedó dormido a los pocos minutos. Yibo dormitó con él mientras seguía tarareando, el júbilo pintado en sus guapos rasgos y sonrisa por haberse casado de nuevo con el amor de su vida, dejando atrás años de soledad y tristeza.
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¿Qué tal si reescribimos las estrellas?
Fantasía¿Un demonio? ¿En mi casa? ¿En mi cama? ¡No puede ser! Donde la casa de Xiao Zhan es invadida por un extraño y guapo demonio, teniendo que compartir con él su departamento, su comida, su sangre, un pasado, un destino y quizás la eternidad. 🌻Todos lo...