[ Capítulo 13 ]
Tanto Xuan Lu como Xiao Zhan se miraron el uno al otro sin entender su situación, sobre todo el pelinegro que siguió la mirada de su amiga hacia el demonio encogido que había chocado con ella, quedando boquiabierta y completamente sacada de onda. Notando su sorpresa y erizándosele la piel al conectar sus neuronas después del shock inicial, entendió lo que pasaba y en el problema que estaban.
¡Yibo estaba encogido!
¡¿Cómo se supone que explicaría eso?! ¡Estaba realmente jodido!
Mientras se debatía en qué decir o qué mentira inventar para explicar la situación, que no tenía una explicación coherente desde el principio. Zhao Liying seguía riendo a carcajadas por alguna razón.
- No puedo creer que hayas tenido una desviación de Qi a tu edad. ¡Jajaja~!
- ¡Maldición, deja de reírte!
- ¿No me digas qué es por tu lado súcubo? - vio como Yibo arrugó su entrecejo y sus orejas se ponían más rojas. Riéndose incluso más fuerte de su desgracia - Por mi tío, esto es tan patético. Jajaja~
- ¡Tú!
La energía negra verdacea se formó en las palmas del enojado infante demonio a punto de atacar cuando sintió la palma de Zhan en su brazo para apartarlo un poco y no cometiera alguna locura como comenzar un escandalo.
Podría ser algo tarde, pero aún había gente por los alrededores. Como si no fuera poco que su mejor amiga lo haya descubierto en su gran secreto y tratar de ordenar sus pensamientos al mismo tiempo.
Por su lado, Xuan Lu se acercó a Liying y le dio unos golpecitos en la espalda.
- Aiya, A-Ying, deja de burlarte. Lo estás incomodando.
Liying se limpió un par de lágrimas de diversión - Que se incomode todo lo que quiera. Quizás así, deje de deshonrar a sus antepasados. Un súcubo que no tiene relaciones inti... - se detuvo cuando un cuchillo afilado hecho de energía demoniaca cortó su mejilla, logrando esquivarlo a tiempo. Miró a su primo y este la veía con advertencia.
- ¡Yibo! Contrólate, por favor.
- A-Ying, tu también.
- Bien, tregua.
Liying hundió sus manos en los bolsillos de su pantalón de deportes. Había optado por este look cómodo, porque realmente odiaba las faldas, sobre todo si en este mundo eran tan cortas y descaradas.
Los cuatro se quedaron mirando varios segundos sin decir nada. Hasta que Yibo se cruzó de brazos y miró a su prima.
- ¿Por qué mierda estás aquí otra vez? ¿No te fuiste? ¿Por qué estás acosando a Xuan-Jie?
- No la estoy acosando y no te vine a ver a ti.- también se cruzó de brazos y sonrió socarronamente antes de decir en todo despectivo y burlesco - Enano.
- Estás buscando tú muerte, Zhao Liying.
Mientras los dos tenían una guerra de miradas, Lu y Zhan, se veían fijamente. Ambos con algo de culpa, sorpresa y a la vez, comprensión. Zhan entendió porque Lu no se veía tan sorprendida de que Yibo tuviera ese tamaño, pero no lo podía creer, por lo que preguntó a medias.
- Lu, tú sabes lo que esos dos... Umm.
Lu suspiró y sonrió - Creo que mejor lo conversamos con un helado, ¿No les parece?
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¿Qué tal si reescribimos las estrellas?
Fantasía¿Un demonio? ¿En mi casa? ¿En mi cama? ¡No puede ser! Donde la casa de Xiao Zhan es invadida por un extraño y guapo demonio, teniendo que compartir con él su departamento, su comida, su sangre, un pasado, un destino y quizás la eternidad. 🌻Todos lo...