[ Capítulo 43 ]
La madrugada había llegado junto al rocío de lo que sería un día frío y con lluvias intermitentes. La pequeña campanilla que habían colgado bajo el alero de entrada de su cabaña se mecía y tintineaba por el viento, llevando consigo también el sonido de las hojas.
Dentro de la cabaña se mantenía tibio gracias a la calefacción subterránea que Yibo había instalado y a un talismán de fuego, ya que los leños habían quedado abandonados a mitad de ser apilados y cubiertos, pero no importaba. Entre las sábanas y los brazos del otro, nada de la baja temperatura de fuera podía colarse entre los cuerpos de ambos esposos.
Demonio y cultivador solo yacían mirándose el uno al otro con extrema ternura, insaciables de las caricias y los jugueteos de sus piernas bajo las frazadas. Habían permanecido despiertos toda la noche, pero al contrario del cansancio, de alguna forma se sentían renovados por dejar salir todo aquello con lo que habían tenido que cargar desde su juventud.
Zhan acarició la mejilla de su demonio y sonrió - Que feo.
Yibo también sonrió - Tú luces hermoso - acarició con cuidado sus pulgares por bajo esos ojos hinchados y rosados - Incluso habiendo llorado y no dormido nada, luces tan guapo como siempre.
- Mentiroso.- los dos rieron suavemente.
- Este esposo no miente, mi Zhan-Ge es hermoso en cualquier situación, pero más importante, ¿Cómo te sientes?
- Me siento bien.
- ¿Tienes algún arrepentimiento?
- Ninguno. Se siente extraño, pero... ya no me importa - miró fijamente esos ojos oscuros y sonrió - No quiero saber nada, solo me importas tú, nada más que tú.
- Pero ese odio fue parte importante de tu vida.
- Sí, pero mi amor por ti es increíblemente más grande que eso. Ya no quiero odiar, solo quiero amarte.
Yibo sonrió y besó suavemente esos labios - Gracias, Zhan-Ge. No sabes lo importante que es para mi, que hayas dejado tu venganza a un lado por mi.
- Tú también lo hiciste por mí, además, ¿No fuiste tú quien lo dijo? Entre tú y yo, no es necesario decir gracias ni perdón.
- Ciertamente, no hace falta.
- Aunque sí deberé disculparme con XueYu por haberlo asustado anoche, me siento muy avergonzado por haberlo lastimado.
- ¿Podría él culparte por algo con lo mucho que te ama?
- Aun así fui cruel con él.
- Bueno, sí quieres disculparte con él, hazlo, pero después, por hoy no te dejaré salir de esta cama - sus brazos lo rodearon con fuerza y unió sus cuerpos aún más.
Zhan sonrió y besó su pecho donde estaba acurrucado - Yo tampoco quiero salir de aquí, estás calentito.
- Es porque estás cerca.
- Depravado.
Los dos rieron y se acurrucaron más cerca, sintiendo que sus corazones latían al mismo ritmo, coordinados más que nunca. Ambos habían temido a ese momento más que a nada, pero ahora que se habían decidido a optar por el otro sin importar nada más, era como si un gran peso se hubiera desparecido de sus hombros. Aunque aún quedaba algo de culpa por decepcionar a sus familias, mientras se tuvieran entre ellos, sabían y confiaban, que todo iría bien.
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¿Qué tal si reescribimos las estrellas?
Fantasy¿Un demonio? ¿En mi casa? ¿En mi cama? ¡No puede ser! Donde la casa de Xiao Zhan es invadida por un extraño y guapo demonio, teniendo que compartir con él su departamento, su comida, su sangre, un pasado, un destino y quizás la eternidad. 🌻Todos lo...