[ Capítulo 11 ]
Después de despedir a la prima demonio de Yibo, este dejó a su humano a una calle de su universidad y regresó a casa por el camino que había memorizado. Zhan llegó a la entrada y vio de inmediato a su amiga, quién lo esperaba y sonrió al verlo.
- A-Lu, buenos días.
- Buenos días, A-Zhan.- miró a su alrededor llamando la atención de su amigo.
- ¿Qué buscas?
- Oh, nada - sonrió - Solo me parece raro que tu sequito de primos guapos no te acompañen hasta la universidad.
- No tengo ningún sequito - se quejó y la miró un poco preocupado - Liying regresó a su casa.
Lu permaneció en silencio un momento y luego sonrió suavemente - Entonces era cierto.
- ¿Mm? ¿Te lo dijo?
- Mn, anoche cuando fue a dejarme a casa. Aunque tenía la leve esperanza de que cambiara de opinión.-suspiró.
- A-Lu, tú... ¿De verdad tienes sentimientos por Liying?
- Eso creo - se sonrojó un poco para la sorpresa de su amigo.- Aunque ya no importa, de todos modos, no sabré si la volveré a ver o no.
- Creo que deberías olvidarla, A-Lu. Cuando se fue, dijo que no volvería en mucho tiempo, muchas cosas pueden pasar.
- Sí, probablemente - bajó un poco sus pestañas y sonrió con un dejo de tristeza.
- Lu...
- Está bien, no hablemos más de esto. Lo guardaré como un buen recuerdo, me divertí mucho y es todo. Ahora, necesito que hablemos de nuestro proyecto grupal o realmente perderé el curso.
- Está bien.
Zhan no quiso hablarle más, porque de alguna manera la entendía. A Xuan Lu le gustaba involucrarse y husmear en la vida privada de los demás, pero cuando se trataba de ella misma, era realmente muy despistada. En eso, Xiao Zhan y ella se parecían mucho.
Esperaba que su amiga no se ilusionara mucho con esto, por las circunstancias de Liying y todo eso, ya que, si era cierto lo que Yibo dijo, Liying nunca se enamoraría de una mujer humana. Y no quería que su amiga sufriera por eso. Así que, realmente deseaba que Lu se olvidara de esto como lo había hecho con todas las personas que le habían gustado antes.
Realmente esperaba que fuera así, porque lo que menos quería era que su amiga se sintiera triste, mientras él mismo estaba tan feliz. Lo hacia sentir culpable, aunque eso, obviamente no era algo que debería sentir y si su amiga lo supiera, realmente lo golpearía por ser tan cabeza hueca. Pero tan solo era así como Xiao Zhan era. Se preocupaba mucho de que todos estuvieran felices y dejaba su propia felicidad de lado.
Y se sentía muy feliz, de hecho.
Porque las cosas con su demonio iban bien y pensaba que realmente se estaba enamorando de Wang Yibo. Hasta, quizás, demasiado. Aunque se sentía un poco inseguro y amenazado. ¡Y era tan estúpido! Porque esa amenaza estaba muerta hace no sabia qué tanto años, más de dos mil por lo que Yibo le dijo.
Pero aún así, no podía dejar de pensar en esas dos frases.
"No me gustan los humanos, solo él."
"Los demonios solo nos enamoramos una vez, y es para siempre."
Y pensarlas, lo hacia sentir un poco deprimido. Si realmente era así... Yibo nunca se enamoraría de él. Había una gran diferencia entre gustar de alguien y amarlo.
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¿Qué tal si reescribimos las estrellas?
Fantasía¿Un demonio? ¿En mi casa? ¿En mi cama? ¡No puede ser! Donde la casa de Xiao Zhan es invadida por un extraño y guapo demonio, teniendo que compartir con él su departamento, su comida, su sangre, un pasado, un destino y quizás la eternidad. 🌻Todos lo...