Hogar.

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[ Capítulo 48 ]





La lluvia caía suave, pero continua por el bosque en donde Zhan y su esposo caminaban, el cultivador cargaba ambas armas en su cintura, en una mano una sombrilla con la frase "Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso" que los cubría a él y a su pequeño demonio de las gotas, demonio que, tomaba su mano libre mientras con la otra llevaba pastelillos a su boca para comer.

- Zhan-Ge, Zhan-Ge, mira. Ya puedo ver nuestra montaña, pronto estaremos en casa.

Zhan rió - ¿Ahora es nuestra? Compórtate, Yun-Er.

- Hmph. ¿Zhan-Ge quiere pasar por HeLian primero?

- No, es mejor que nos quedemos en casa hasta que te recuperes. Si te llevo luciendo así de adorable, ¿No serías totalmente abducido por las hermanas? No quiero que me arrebaten a mi esposo.

Yibo sonrió de medio lado - ¿Cómo podría cambiar a mi caliente esposo por unas Jiejies?

Si hubiera sido el Yibo adulto, esa sonrisa podría haber lucido depredadora y coqueta, pero en ese pequeño rostro era traviesa y tierna. Zhan no pudo soportarlo. Así que lanzó la sombrilla al suelo y alzó a Yibo, dando vueltas con él mientras reía y cantaba.

- ¡Tan lindo~!

- ¡Zhan-Ge! ¡Nos estamos mojando!

- Jajaja~ No importa, ¡Gege quiere jugar con su pequeño amigo!

- Si sigues voy a vomitar, ¡Joder!

- Aish~ - lo sentó en el doblez de su brazo y le dio una palmada en el trasero - Lenguaje, Bo-Er.

- Hmph - se cruzó de brazos y Zhan negó con una sonrisa, recogiendo la sombrilla y cubriéndolos de nuevo.

- Xiao-Didi, realmente eres muy huraño, más que en tu forma adulta.

- A Zhan-Ge le gusta mucho burlarse de mí.

- ¿Y qué puedes hacer?

- Zhan-Ge, realmente me voy a vengar.

Zhan rió y tocó su nariz suavemente - La venganza hace mal para el corazón, Bo-Er.

- Burlarse de tu esposo en tiempos de necesidad también.

- Está bien~ Este esposo no se burlará más. Apresurémonos, nuestra casa nos espera.

- ¡Mn!

Zhan usó su Qinggong y sobrevoló los árboles y las montañas para apresurarse a su pequeña cabaña en mitad de la nada, esa que habían construido juntos y la que amaban. Cuando pisaron tierra a unos pasos de la puerta, Zhan bajó a Yibo el cual corrió hacia su casa, pateando la puerta para entrar.

- ¡Yibo! - reprendió Zhan, riendo y negando suavemente.

Yibo corrió por su casa y se lanzó a la cama, envolviéndose en las frazadas y siendo feliz mientras se revolcaba y olía profundamente.

- Ahh~ Al fin~

Zhan rió suavemente y dejó las armas sobre un diván, yendo también hacia la cama y recostándose en ella después de quitarse las botas, dejándolas ordenadas en el suelo. Los dos se pusieron boca arriba en la cama y suspiraron con comodidad. 

- Realmente es bueno volver a casa.

Yibo se puso de costado y miró el perfil de su esposo con una sonrisa - Zhan-Ge, Zhan-Ge, tomemos un baño juntos después de dormir un poco.

¿Qué tal si reescribimos las estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora