[ Capítulo 19 ]
"Zhan-Ge, tengo hambre."
"Zhan-Ge es muy tacaño."
"Eres inesperadamente tímido, Zhan-Ge."
"Tú eres brazas, y yo, una pradera seca, Xiao Zhan."
"Prométeme Zhan-Ge, que pase lo que pase, no me vas a olvidar."
"Zhan-Ge, yo te..."
"Al fina, solo he traído desgracia a donde quiera que voy."
Zhan abrió los ojos suavemente y miró hacia las cortinas, en donde pequeños rayos de la mañana se asomaban por los pliegues. Sintió algo cálido deslizándose por su mejilla y llevó sus dedos a esa parte, notando de repente que estaba llorando. Se sorprendió un poco, además de ese liquido que no entendía de dónde venia, tampoco sabia por qué tenia una sensación tan intensa de tristeza y vacío.
Se limpió un poco más la cara y se sentó con el cabello desordenado a mirar el vacío de su habitación. Se miró las manos un momento y luego llevó una hacia la mesa de noche, tomando su celular que marcaba las siete de la mañana. Era temprano, no tenia clases hasta las diez.
Supuso que no podría volver a dormir, así que se decidió a levantarse y tomar un baño, luego de poner la cafetera. Tanto para despabilar un poco y quitar esa sensación incomoda de su pecho. Sabia que había soñado con algo, que había escuchado una voz ronca y juguetona, que le hablaba con naturalidad y cariño, que se burlaba de él a veces, pero que otras era inesperadamente seria. Una parte de su mente, sabia que había escuchado esa voz antes, pero la otra no sabia de dónde.
Quería recordar, pero su mente estaba bloqueada, y eso, le estaba molestando un poco.
Se remojó lo suficiente y fue a servir su desayuno. Comió en silencio y revisó algunas cosas en su teléfono, después, caminó hasta el lavavajillas y frunció un poco el ceño. ¿Por qué no había lavado los trastes sucios desde ayer? Él solía hacerlo después de cada comida para no crear esta misma montaña de loza, entonces... ¿Por qué lo había dejado todo así? ¿Cansancio? ¿Por su golpe en la cabeza?
No podía sacarse esa extraña sensación de que si lo dejaba ahí, se lavarían por si solos en algún momento. Claramente estos objetos inanimados no se lavarían por su cuenta, ¿De verdad estaba loco?
Suspiró y se puso manos a la obra, remangando su ropa y abriendo el grifo del agua tibia. Su mano se detuvo un momento cuando iba a tomar la esponja que descansaba sobre uno de los bordes del mueble. La miró más de lo que quería, esperando algo... ¿Pero, qué? Era solo una esponja. Sacudió su cabeza, tratando de quitarse esa sensación de que ese utensilio de limpieza podría llegar a moverse en algún momento.
Que tontería.
Lavó su loza y la guardó luego de secarla, después completó su vestimenta y ordenó sus libros para irse a la universidad. Dejó todo lo mejor ordenado y apagó la llave de gas, saliendo de su departamento. Caminó lento, espaciado y pensativo, sin poder liberarse de la opresión en su corazón. De la sensación de que había olvidado algo importante... No, más bien, a alguien importante. ¿Pero, quién? ¿Qué estaba pasando con él?
- ¡A-Zhan!
Zhan levantó la mirada y se dio cuenta de que ya estaba por llegar a su destino, estaba justo doblando en la calle donde solía encontrarse con su amiga y ella estaba ahí esperando por él. También se dio cuenta que estaba algo agitado, nervioso y un poco descompuesto.
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¿Qué tal si reescribimos las estrellas?
Fantasía¿Un demonio? ¿En mi casa? ¿En mi cama? ¡No puede ser! Donde la casa de Xiao Zhan es invadida por un extraño y guapo demonio, teniendo que compartir con él su departamento, su comida, su sangre, un pasado, un destino y quizás la eternidad. 🌻Todos lo...