HERENCIA OSCURA [2]

CAPÍTULO I

Narra Harry.

A la mañana siguiente desperté por el ruido del tren pasando por el lugar, me acerqué a la ventana viendo el mercado que había en el callejón justo por encima de las vías donde pasaba el tren; volteé cuando escuché que entraban, era Astra.

-¿Listo para volver?-interroga y asentí. Guardamos silencio, hoy regresaríamos a Hogwarts donde podremos estar a salvo...o eso espero. Astra se miraba intranquila al estar preparando su maleta.

-¿Te sientes bien?-inquiero mirándola con preocupación.

-¿Eh? Amm sí, estoy bien.- asiente lentamente.- Un poco preocupada de que este año vuelva a aparecer Voldemort.-hizo una mueca disgustada.

-Tranquila As, todo estará bien.- le aseguro brindándole una sonrisa serena.- Sólo no deberemos separarnos, además haré lo que sea para tú estés bien.- ella se limita a asentir mientras me abraza escondiendo su rostro en mi pecho, suspiro envolviendo mis brazos alrededor de su cuerpo.

No me convencía del todo, normalmente suele tomarse de manera tranquila cuando suceden cosas relacionadas a nosotros. Pero últimamente a estado nerviosa y pensativa desde el año pasado, para ser exacto después de salir de la Cámara de los Secretos. Quería preguntarle que había pasado pero era muy reservada, aunque algo me decía que tenía que ver con Thomas.

En eso escuchamos unos quejidos que venían cerca de la chimenea, volteando viendo nuestros libros muy extraños, eran libros con piel extraña y peluda, me acerqué para verlos y quité el pequeño cinturón que llevaba en medio, unos ojos se abrieron.

Lo tomé en mis manos, entre sus hojas pareciera tener filosos dientes y de la nada comenzó a gruñir asustándonos, lo solté y empezó a seguirme pero me subí a la cama a tiempo. El libro se fue debajo de ésta, Mérope se acercó subiendo también viendo por las orillas.

Nos asomamos colgando la cabeza en la orilla de la cama, viendo el libro tranquilamente y como respiraba con su boca hasta acercarse de nuevo gruñendo mostrando sus dientes. Lo vimos salir antes de que nos hiciera algo, miraba a todos lados no encontrándonos pero regresó abajo.

-Tengo una idea.- sugerí y quité uno de mis zapatos, me levanté estando de pie en la cama al lado de mi hermana, solté mi zapato dejando que el libro monstruo saliera mordiéndolo y salté hasta casi aplastarlo, este soltó un quejido.

-Pobre.- murmura Astra cruzándose de brazos una vez abajo.- Es feo, pero pobrecito.

-Hay que bajar, vamos.

Saliendo vimos a la mujer de limpieza irse luego de retirarse de un cuarto, escuchamos un maullido cerca y es cuando un ratón pasó entre nosotros corriendo y detrás de él lo perseguía un gato anaranjado. Los seguimos hasta estar frente a las escaleras escuchando las voces de Hermione y Ron, como era costumbre, discutiendo.