HERENCIA OSCURA [2]

CAPÍTULO XVII

Maratón 3/3

Peter no hizo más que morder sus largas y sucias uñas, Harry ayudó a Sirius para cargar a Ron, seguido de ellos iban Hermione con Venus escuchando las quejas del pelirrojo y Maia con los mellizos, iban atrás de ellos para salir todos de ahí, a excepción de Remus, quedándose con Pettigrew y Severus que iba despertando después del ataque.

-Señora Black...- habló Astra con un tono sereno.

-Hay no, díganme Maia.- niega divertida.- Además señora Black, es la madre de Venus. Que por cierto me va a matar cuando sepa de esto.- alza un poco la voz haciendo que la castaña la mirada.

-Pues tu me tienes que defender, Nani.- le sonrió ladina y siguió caminando, los mellizos soltaron una pequeña risa por lo bajo.

-Solo quería disculparme por acusarla de ser...

-Esta bien, sin rencores.- vuelve a interrumpir a Astra con una sonrisa serena.

-Por lo que vi allí, usted con mi papá se conocían ¿verdad?- preguntó Altair con curiosidad, Maia suspiro.

-Si, estudiamos juntos.- respondió serena.- ¿Lo quieres mucho?- Maia necesitaba preguntar.

-Por supuesto, es mi papá.- asiente Altair sin dudar.- Aunque últimamente hemos discutido, lo sigo queriendo.- la Black lo miró con el ceño fruncido.

-¿Y por qué discuten?- inquiere con cautela, ya que no sabía nada de ese tema.

-Porque me miente.- dice indiferente.

-Y porque don amargado quiere saber de su madre.- agrega Astra.- Y el profesor Snape no le quiere decir nada.

-¿Don amargado?- pregunto divertida al darse cuenta.

-Es que si lo conocieras, entenderías porque le digo amargado.- explico Astra riendo.

-Y tu eres una caprichosa.- se defiende con tono hostil.- No creas que olvidé que solo me utilizaste.- Maia se limitó a escuchar con el ceño fruncido.

-Si, no niego al principio que si era esa mi intención.- admite sin importancia.- Pero después me arrepentí, no le dije nada a Harry.

-Ni creas que te voy a...

-No discutan.- Maia los interrumpió.- Mejor háblenlo estando calmados y no digan algo que puedan arrepentirse después.- inconscientemente coloca un brazo en los hombros de cada uno.

Ambos chicos seguían sin entender por qué sentían una conexión familiar con la mujer a su lado, los chicos se sentían seguros con ella presente y cada vez que los miraba o les sonreía se sentían como en casa. Una vez afuera, dejaron con cuidado a Ron en el césped, ya era noche y Sirius se apartó de los chicos estando a la orilla de la colina donde el sauce se encontraba, a lo lejos se veía el castillo de Hogwarts.