HERENCIA OSCURA [2]

Capítulo X

Hermione y Mérope estaban acomodando los ingredientes restantes en las estanterías en lo que los demás terminaban sus pociones, cuando de pronto una nube densa verde y un fuerte silbido lleno el ambiente de la mazmorra. Al parecer Neville se las ingenio para convertir en caldero de Seamus en un engrudo hirviente que se derramó por el suelo, quemando y haciendo agujeros en los zapatos.

Corrieron a sus mesas pero inevitablemente las alcanzó la punta de los zapatos antes de que brincarán a sus sillas. Astra chilló cuando el ácido le quemó ligeramente un dedo del pie, Altair al escuchar su chillido volteo a verla con un atismo de preocupación en su interior.

La Potter se quitó la zapatilla y dio un brinco cuando noto que el profesor Snape ya estaba ahí, al costado de su mesa viendo la zapatilla quemada, el rostro de Severus se contrajo de puro enfado.

-¡Chico idiota!- gritó Malfoy a Neville que estaba lleno de la poción en todo el cuerpo. El profesor hizo desaparecer el caldero junto a su contenido con su varita.

-Supongo que añadiste las púas de erizo antes de sacar el caldero del fuego, ¿no? ¡Llévenlo a la enfermería! Y tu Harry, ¿Por qué no le dijiste que no pusiera las púas? Pensaste que si se equivocaba quedarías bien, ¿no? Ese es otros diez puntos que pierdes para Gryffindor.- Astra se levantó de la silla antes de siquiera pensarlo. 

-Eso es injusto ¿Qué culpa tiene Harry de que ese idiota que no es de su equipo se equivocara?- Snape le dedicó una mirada serena dejando de lado su enojo, Astra ni siquiera se inmutó.

-Baja de la silla Black.

-Mi apellido...

-Y ve a tratar tu quemadura a la enfermería.- cuando intentó replicar, levantó un dedo. 

Altair vio extrañado a su papá por la forma en que la había llamado, la pocas que lo había escuchado pronunciar ese apellido era cada vez que lo regañaba a él, ni siquiera a Venus la llamaba por su apellido. La pelinegra resoplo molesta y bajo de la silla recogiendo la zapatilla calcinada y salió del salón con pisadas fuertes.

-¡Mero!- Harry llegó a su lado.- ¿Estás bien? ¿Te quemaste mucho?

-Estoy bien Harry.

-Te enfrentaste a Snape.- dijo Ron impresionado.- Tuviste suerte de que no te transformó en estatua.

-Eso no es posib...- Hermione se calló cuando los dos la observaron con mala cara.

-Pues no yo no le tengo miedo y tenía que defender a mi hermano.

-Les dije que Snape era malvado.- Harry se rascó la nuca.

-No pasa nada solo fueron veinte puntos. Los repondremos en otras clases. Llevaré a Mérope a la enfermería.

-Puedo ir sola, James. No tardaré, espérame en el jardín para ir con Hagrid.

Minutos después ya estaba siendo atendida por Madame Pomfrey, solo hizo falta untarle una pomada y su dedo estaba como nuevo. Antes de irse Hermione paso a ver a Neville, estaba repleto del misma pomada.