Lucerys sentía el viento en su rostro, la adrenalina corría por sus venas, el olor que los dragones desprendían invadiendo sus pulmones.
Podía ver la fortaleza roja en el horizonte, montado en Arrax. Hace un par de día habían recibido la invitación del abuelo Viserys para ir al castillo, Luke estaba tan emocionado, hace tanto que no venía.
Había compartido cartas con su abuelo constantemente, el rey siempre le decía como es que creía que había venido al mundo con un gran propósito, solo hacia falta descubrirlo. Luke realmente comenzaba a creerlo.
Su madre había viajado algunas veces a la fortaleza pero no los llevaba con ella. Y eso ponía bastante triste a Lucerys, su madre solía decir que no quería arrastrarlos a los problemas de la corte. Pero Luke sabía que había algo más... Era el.
Por alguna razón la reina Alicent le enviaba cartas con lecciones sobre ser "un buen omega" cada semana desde hace cinco años, como si quisiera prepararlo, aunque Luke no sabía que tenía que ver ella en su preparación como futuro esposo. Su madre solo se dedicaba a quemar las cartas y golpear a algunos mensajeros, no dando respuesta alguna a Lucerys.
Pero ahora podría averiguar lo que sucedía, el porque de aquellas cartas, su madre había sido obligada a traerlos con ella. El rey pidió a todos en la fortaleza, ya que su salud había mejorado debido a algunas hierbas medicinales provenientes del norte.
De pronto sintió como Arrax fue empujado, al ver a su lado descubrió que fue Jacaerys con su dragón.
- ¡Juguemos un poco, hermano! - El mayor grito con una sonrisa.
Lucerys sonrió con burla y acepto la propuesta de su hermano, agarrándose a Arrax con más fuerza y empezando competir con Jake por ver quién era mas veloz.
Ambos llegaron a la fortaleza roja al mismo tiempo pero no descendieron, en su lugar comenzaron a volar en sintonía, dando vueltas entre ellos por el aire. Haciendo que la gente mirara arriba para admirar tan hermosa danza entre los dragones.
Lucerys reía con felicidad, amaba hacer esto con su hermano, era perfecto. La conexión que tenían era tan grande, tan unidos. Sabían que jamas podrían separarse, habían nacido para estar unidos. A dónde Luke fuera su hermano lo seguiría y viceversa, caminarían al infierno por el otro de ser necesario.
Cuando finalmente decidieron descender su madre ya estaba abajo esperándolos con los brazos cruzados y una sonrisa.
- Bueno, ese ha sido un gran espectáculo. Pero me temo que debemos entrar, su abuelo está ansioso por verlos.
- Dirás por ver a Luke, el nieto favorito del rey. - Jacaerys se burló, despeinando a su hermano quien solo se rió.
Caminaron juntos hasta la sala del trono, una vez allí fueron presentados uno por uno. Su madre entro como la princesa heredera junto a su consorte Daemon, cargando ambos a los niños menores. Después entraron Jacaerys y Joffrey.
Y finalmente Lucerys.
- ¡El príncipe Lucerys Velaryon, legítimo heredero de Driftmark!
Anuncio el presentador con voz fuerte, Lucerys avanzo por las puertas ya abiertas, captando las miradas de todos en la sala.
El portaba un hermoso traje azul con negro, de mangas hasta los codos y que caían en tela celeste transparente desde ahí y una tela larga que caía desde su cintura hasta el piso, pareciendo una falda pero abierta de enfrente dejando ver sus pantalones. En su cabeza llevaba un velo celeste muy claro, una regla para los omegas que aún se mantenían puros. En sus muñecas tenía brazaletes que llevaban grabados un dragón en el derecho y un caballito de mar en la izquierda, simbolizando sus casas.
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El omega que fue prometido
Fiksi PenggemarLucerys Velaryon nacido como un Omega en un mundo donde los Alfas mandan y aquellos con su casta son solo medios usados para alianzas matrimoniales. Pero Lucerys sabe que merece más que solo ser un esposo trofeo, el sabe que vino a este mundo para...