Daeron Targaryen

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Sobre el intento de asesinato a Lucerys, el rey ordenó que se buscara al culpable de inmediato. Sin embargo, la mayoría de guardias que iban en el barco fueron asesinados. Quedando tan sólo Cregan y unos pocos, quienes no pudieron identificar a ninguno.

Viserys interrogó a su nieto sobre quiénes habían sido sus atacantes. Lucerys describió a cada uno de ellos... Excepto al hermano de la reina.

No, ese hombre moriría por su mano, Lucerys se encargaría de que lo último que viera fuera su cara. Gwayne Hightower pagaría por atacar a un príncipe con fuego y sangre.

Y por la mirada llena de pánico de Alicent, sabía que ella ya tenía una idea de sus planes.

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Un par de semanas después, la oportunidad perfecta para vengarse llegó ante Lucerys.

Todo ese tiempo los Hightower habían mantenido a Gwayne lejos de él, creyendo que no se daría cuenta de ello, había escuchado a Alicent hablar con su padre sobre enviar lo más lejos posible a su hermano durante algún tiempo. Sin embargo, ella parecía no entender que cuando quería algo, lo obtenía sin importar que.

Sólo basto con mencionarle a su abuelo de vez en cuando que tal vez debería traer de regreso a su último hijo con la reina. Dado que hace mucho tiempo no le veía. Viserys estuvo de acuerdo y Luke aprovecho para decirle que sería una buena idea que quien le trajera fuera Gwayne, ¿Quién mejor para proteger a un príncipe que su propio tío?

Y con sólo un chasquido y un par de órdenes, Daeron fue ordenado a venir a la fortaleza en compañía de Gwayne. Está de más decir que Alicent se mordió su propia lengua del coraje, mientras Luke le sonreía con victoria en una cena.

Un par de día después, durante la mañana, el príncipe Daeron llegó a la fortaleza como se había previsto. Lucerys estaba arreglándose en este momento, pensando en el dolor de cabeza que era tener que bajar a saludar a su tío. A quien no había visto desde hace años.

Mientras se colocaba su velo, Federik, uno de sus sirvientes más leales, entro corriendo con la respiración agitada. Asustando a Lucerys.

– ¿Que significa esto, Federik? – Exigió con voz fuerte.

– Lo lamento, mi príncipe. Se que ha sido una falta de respeto entrar así. – Él se disculpo, haciendo una reverencia y bajando la cabeza.– Pero se trata de Amelia...

La mención de su criada más leal, aquella que prácticamente lo había criado, hizo que se levantará de su lugar y caminara hasta su sirviente.

– ¿Que pasa con Amelia? ¡Habla ya!

– Ella estaba sirviendo bebidas en el salón principal, como parte de la bienvenida al príncipe Daeron. Ella se tropezó accidentalmente y derramó un poco de vino en la vestimenta del príncipe. – Federik se apresuró a explicar.– Amelia se disculpo en seguida pero el príncipe...

– ¿Que fue lo que hizo? – Exigió saber.

– La empujó al suelo y vertió sobre ella copas de vino que traía otra criada, mi príncipe. La reina le ordeno a Amelia que se retirara del salón de inmediato, ella está afuera.

Ante esto, Lucerys salió de sus aposentos, encontrándose directamente con su criada quién tenía la ropa llena de manchas del vino que le había sido derramado encima.

El omega que fue prometido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora