Relatos [TWD]

39. Negan.

Nunca imagine que un grupo de personas fuera lo suficientemente fuerte y capaz para derrocar al mismimo Negan Smith y todo lo que construyó de un día para otro. Parece que fue ayer cuando se desató esa batalla final en las altas colinas del exterior, siendo traicionados por Eugene y sus balas trucadas, y así perdiendo ante todo ese grupo de gente armada. Recuerdo alzar la voz y pedir a los demás, a los salvadores, que se rindieran porque Rick Grimes nos estaba dando una oportunidad para seguir con vida. Entonces, de rodillas, dispuesta a colaborar para que no matasen a Negan vislumbre como Rick le rajaba la garganta al mínimo descuido. Antes de siquiera poder lanzarme contra él y probablemente morir en el intento, pidió a uno de sus compañeros que le salvase la vida a Negan. A día de hoy aún puedo escuchar a la viuda gritar y llorar por justicia. Pero creo que mayor castigo que la muerte es estar encerrado en una celda durante largos años, sin tener contacto con la civilización, y apenas con el aire y luz que entraba por una pequeña ventana del reducido espacio que ahora se había convertido en su hogar.

Ahora él tenía algunos privilegios como salir bajo supervisión para colaborar con el huerto y volver a la celda. Negan estaba dispuesto a demostrar a todo el mundo que estaba redimido, que todos esos años en cautiverio le sirvieron de algo. Y es que haber salvado a la pequeña Judith Grimes de la última gran nevada le había dado ese empuje de libertad para salir por unos minutos al día.

Pese a que en su momento haya estado bajo su mandato y disposición, con el paso de los años me había integrado con los que un día fueron nuestro punto de mira para aterrorizar. Ahora colaboro hombro a hombro con los demás, intentando olvidar lo desgraciada que fui algún día.

Lo que no logro olvidar es a Negan y lo que hace un tiempo tuvimos... Decidí mantener cierta distancia con él en el momento que supe que tenía la oportunidad de vivir una vida tranquila, y es que el jodido de Rick Grimes tenía un buen habla que convencía hasta al más cabezota, y había influido tan positivamente en mi vida que me fue imposible no seguirle como el líder innato que fue.

Desde que Negan puede salir un tiempo fuera, hemos tenido la ocasión de cruzar miradas y algunas palabras. La sátira sigue impregnada en su personalidad, y aunque le tengan un odio tremendo intenta llevarse bien con el resto de Alexandrinos. Cosa que no logra ni de chiste.

Le veo a lo lejos, sembrando en el huerto y siendo vigilado por Gabriel. Quisiera fantasear un poco más con él, quizás admirar lo bien que le sientan los años, pero ahora no hay tiempo para eso. La voz de Daryl me hace desenfocar mi atención y trato de que no se me note que una parte de mi corazón sigue siendo de él, de Negan.

—¿Cómo va la cría?—pregunta.

—La mayoría, por no decir todos, la aborrecen—respondo con un deje de amargura—. Que sea hija de Alpha no significa que sean iguales. Lydia es un encanto.

Daryl arquea una ceja.

—¿Qué? No he dicho nada ofensivo, mirame bonito, ¿quieres?

—Que hables bien de una persona me sorprende. Eso es todo.