34. Daryl.

12.2K 554 239
                                    

—¿Sabes el infierno que estoy viviendo?—murmuro contra mi teléfono. 

Escucho una leve risa tras la línea.

—¿Por qué susurras?—pregunta Maggie.

—Estoy escondida en el armario.

—¿Por?—susurra de vuelta.

Escucho unos pasitos por la habitación e intento aguantar la respiración.

—¿Hola? ¿Estás ahí, Olivia?

Cuando el peligro parece salir de la habitación me animo a respirar con normalidad.

—Las hijas de Daryl son el mismo demonio—confieso.

Hay un largo silencio tras la línea y luego se ríe como un maniático. La insulto como puedo y abro un poco la puerta corrediza del armario para ver si hay alguien rondando.

—¿Por qué? Si son lo más adorable del mundo.

—No—la detengo—. Las pubertas de los cojones no paran de hacerme la vida imposible. Creo que no voy a poder seguir con esto, Maggie. No sé como acepte casarme con él, bueno es que antes no sabia como eran sus hijas sin su presencia, pero desde que me mude todo ha sido un caos. Antes de llegar al altar me tiran del edificio.

—Calma, respira, y piensa con la mente fría.

—¡No!—chillo apunto de echarme a llorar de la rabia—. Esta mañana me levante con la idea de llevarlas a desayunar a ese sitio tan pijo que van las adolescentes, ese donde se hacen fotos bien modernas para subirlas a-

—Ve al grano, por favor.

—El caso es que fui al baño y me pregunte por qué sentía el pelo tan ligero...—unas cuantas lágrimas se me salen sin querer y las limpio enseguida —. ¡Ahora soy Dora la exploradora! Esas brujas me cortaron el pelo en plena noche, ya sabes que tengo el sueño muy pesado y si se me cae la casa encima ni me entero.

—Pero no me llores, Oliv—murmura con voz lastimera—. Tienes que hablar con Daryl y decirle que sus hijas son unos autenticas perracas. No con esa palabra, obviamente, pero dejale caer algo que se asimile.

—Creo que voy a cancelar la boda. Estoy agotada de intentar llevarme bien con sus hijas.

—Si es lo que quieres, adelante, estoy aquí para todo lo que necesites.

Me tiro un rato hablando con Maggie y al final decido salir del armario. Las insufribles se han ido al instituto y no volverán hasta la tarde. Doy vueltas por mi habitación y me mentalizo en que esta noche Daryl volverá a casa y tendré que hablar con él.

Mis ojos se fijan en mi dedo anular y en el precioso anillo de compromiso. Es precioso y caro, muy caro. Tengo la vida que siempre he deseado, llena de lujos, con un futuro marido que me ama y me complace en todos los aspectos... solo que no pensé que el cuento de hadas vendrías con dos diablillos incluidos. Sé lo duro que es para ellas que su padre vuelva a rehacer su vida amorosa, pero yo no tengo la culpa de que sus padres se hayan separado, Daryl y Marie se divorciaron hace más de cinco años. Daryl y yo llevamos un año y medio de relación, decidiendo ir más allá. Por lo que no me pueden decir gata rompe hogares porque ni siquiera les conocía cuando finalizaron el matrimonio.

Por la tarde las adolescentes vuelven a casa, pero entran peleando y una se marcha llorando.

—Buenas tardes, Olivia.

—Hola, Margarita—saludo alegremente a la señora que se encarga de llevar y traer a los diablillos del instituto—. Haré la cena antes porque tengo que irme a casa, mi niño está malito-

Relatos [TWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora