Continuación del relato anterior.
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Veo a Carl y Enid a la lejanía, yendo de la mano y con Judith caminando delante de ellos. Me da un poco de envidia verles demostrar su amor sin temor a lo que los demás pudieran decir o pensar. Alexandria volvía a estar de pie y con ello podíamos volver a alojarnos allí.
Quizás fue mala idea involucrarme con Carl más de la cuenta, quizás debí dejar de presionarme a que me gustara de verdad para olvidar a su padre, quizás solo así nuestra amistad no hubiera cambiado. Ya no eramos los mejores amigos, ya no pasaba tiempo conmigo ni bromeabamos, ya nada. Me había dicho hace unos días que se sentía confundido y que nuestros encuentros debíamos dejarlos en el pasado—hacía semanas que no nos tocábamos—solo para confirmarme que su relación con Enid era oficial y no quería herirla por estar conmigo compartiendo cama. Entendía su postura por ser fiel, tampoco es que me pareciera bien que no lo fuera y menos siendo yo la responsable. Respecto a su amistad claro que me dolía su repentina distancia pero no podía insistir en que hablara conmigo como antes, ya nada sería igual y tendría que aceptarlo.
Pero no todo era doloroso, tener a Rick de mi lado era motivo suficiente para no sentirme sola en aquel mundo. Lo nuestro se dio una noche en la que él venía de expedición y yo estaba en el salón de su casa, esperando a que llegara para que él siguiera vigilando el sueño de Judith—Carl ya dormía ajeno al mundo—. Fueron mis bromas internas sobre lo bien que le sentaban los años y nuestra cercanía en el sofá de su hogar, que nos hizo acercar de manera lenta para después unir nuestras bocas en un beso hambriento. Lo demás fue una noche de pasión en la que le entregaba mi cuerpo y él me entregaba el suyo. Jamás imagine que mis coqueteos sutiles hubieran levantado su atención en mí, pero lo hizo y agradezco a todos los Santos por ello. La cosa es que días después nos dimos cuenta que lo nuestro no seria bien visto por la clara diferencia de edad y es por ello que me enfoque en buscar alguien de mi rango de edad y creí que Carl era el indicado. Y para que mentir, anhelaba que Rick sintiera celos así como yo los sentía cada vez que le veía con Michonne. En cambio me comunicó que no podía juzgarme y que podía hacer mi vida con quien quisiera, pero poco después cambió de opinión porque ya no le parecía gracioso que le contara de mis encuentros con su hijo. Me lo hacía saber en la forma tan posesiva en la que me tomaba entre sus brazos mientras me hacía suya. Quizás no estaba bien lo que hacíamos a escondidas, pero no podía sacar a Rick de mi ser, no cuando su tacto era todo lo que necesitaba para seguir en pie.
—¿Ya has elegido casa?
Dejo de observar a la pareja y me enfoque en el mayor de los Grimes.
—Compartiré casa con Daryl.
Arruga el entrecejo ante lo noticia y me hace gracia ver el desagrado en su cara.
—¿Celoso, Grimes?
Guarda silencio y mira para otro lado. A veces me picaban las manos y deseaba entrelazar sus dedos con los míos y pasear por las calles como una pareja normal, pero ambos sabíamos que eso era algo poco probable. Y más ahora que había compartido cama con Carl, sabíamos que no lo tomaría bien y lo que menos quería era que padre e hijo comenzaran a tener disputas.
—Creí que vivirías con Rosita.
—¿Y escuchar como lo hace con Abraham cada día? Uf, no estoy mentalmente preparada para eso.
Se ríe por lo bajo.
—Pues vive conmigo.
Su propuesta me hace sonreír.
—Me gustaría tanto—admito con una sonrisa ladeada—pero sabes que no podemos. Además, ¿qué pasa con Michonne?
—Lo nuestro acabó hace mucho. No tengo ojos para otra que no seas tú.
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Relatos [TWD]
FanfictionContenido explícito para mayores de edad. Me he dado cuenta de que están copiando mis relatos. Si ves algo parecido a mis escritos, hazmelo saber, por favor. Cualquier comentario absurdo será borrado y después se bloqueara la cuenta. Diferentes si...