¿Cómo no ha encontrado la policía el casino?

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La entrada al Gran Casino estaba dentro de uno de los muchos almacenes que rodeaban al puerto. Justo delante había dos chicos vestidos de manera formal que acababan de llegar.

- Wow, Ranpo-san, aparentas tu edad - Dazai parecía verdaderamente asombrado.

- Y a tí se te ve toda la cara - Ranpo estaba pensando en que no podía ser muy sano estar permanentemente cubierto por unas vendas.

- No, en serio. Claro que sabía que eras mayor que yo pero hasta ahora no se notaba.

- Ni se va a notar en el futuro. Odio llevar esmoquin - pese a que se quejaba, el traje le quedaba bien a Ranpo. Además, llevaba el pelo retirado de la cara y para variar tenía los ojos completamente abiertos en lugar de como si estuviera a punto de dormirse -. Encima he tenido que ir a comprarlo con Yosano. Yo la quiero mucho pero lo de ir de compras con ella no se lo deseo ni a mi peor enemigo - en su mirada se veía que había sido una experiencia traumática.

- Pero seguro que tú sabías en qué tienda lo encontrarías, ¿no? - Dazai no comprendía por qué había sido tan duro.

- Sí, pero no me hizo ni caso - contestó suspirando.

- ¿Y por qué no le dijiste lo de que había sacado lo de ir de compras de Mori?

- Porque deduje las consecuencias que tendrían esas palabras - esas palabras flotaron en el aire unos segundos y Dazai se estremeció.

- Comprendo... - de repente a él también le parecía buena idea no habérselo dicho.

- Por cierto, tenemos que pensar una estrategia - recordó Ranpo -. Si queremos desplumar totalmente a Su es mejor hacerlo de una vez porque paso de estar más tiempo de lo necesario en este lugar.

- ¿La ruleta? - sugirió Dazai.

- No, tendríamos que amañarla en cada turno - rechazó Ranpo.

- Cierto.

- Y tampoco la ruleta rusa, que te veo venir.

- Está bien - se rindió Dazai -. ¿Entonces una partida de póker?

- Tendría que ser de altas apuestas pero provocándola un poco podría funcionar - esta vez Ranpo aceptó la propuesta. No hacía falta dar más detalles porque se compenetraban y rellenaban en su cabeza los huecos en blanco.

- Pues en ese caso entremos.

Y los dos pasaron al interior del almacén, que estaba oscuro y prácticamente vacío salvo por unas lonas tiradas en el suelo y unas estanterías desvencijadas, mientras Ranpo iba diciendo lo estúpido que le parecía poner un casino clandestino en un lugar como ese.

- Es que de verdad que no lo entiendo. Hasta el policía más estúpido se daría cuenta si gente elegante pasa a un edificio abandonado en mitad de la nada y se queda dentro durante horas.

- Hay muchas entradas al casino, esta no es la única - replicó Dazai.

- Ya, pero igualmente llama la atención. ¿Y el mecanismo para abrir el ascensor que te baja hasta el casino? Por favor, eso no podría ser más evidente - dijo poniendo los ojos en blanco.

- La gente normalmente es más tonta que tú y no se fija tanto en los detalles.

- PERO ES QUE SALTA A LA VISTA - señaló Ranpo desesperado -. HAY QUE MOVER CUARENTA Y CINCO GRADOS LA TERCERA BALDA DE LA ESTANTERÍA QUE ESTÁ TRES CENTÍMETROS Y MEDIO A MÁS ALEJADA DE LAS DEMÁS. QUE ADEMÁS ES LA ÚNICA QUE NO ESTÁ TOTALMENTE LLENA DE POLVO. Y PODRÍA SEGUIR HABLANDO DE MUCHOS OTROS DETALLES OBVIOS.

Dazai intentó fijarse pero no conseguía imaginarse cómo Ranpo había sabido que eran exactamente tres centímetros y medio más. A él le parecía que estaba un poco más lejos que las otras pero sin más. En cuanto a lo del polvo, ahí tenía que darle la razón a Ranpo. Era imposible para una persona mínimamente observadora no percatarse. La Port Mafia debía haber sobornado a mucha gente para que fingieran no ver eso.

Un mundo de monstruos (una historia de Bungō Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora