Yokohama Gangster Paradise

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- Tengo algo para ti - dijo Odasaku poniendo un sobre encima de la barra -. Me lo dio Yosano.

Todavía con los ojos llorosos, Dazai agarró el sobre, sobre el que había escritos unos simples caracteres que rezaban «Para Dazai». Esa caligrafía parecida a la de un niño pequeño no podía ser de nadie más que de Ranpo, aunque en ocasiones también había sido testigo de que podía escribir como un experto calígrafo. Lo que pasaba es que al muy vago le daba pereza.

Querido Dazai:
Nunca te lo dije, pero es mi culpa que tú acabases en la Port Mafia. Yo no quería ser el testigo que Mori necesitaba en el asesinato del antiguo jefe y simplemente decidí dejar que buscase a alguien más y le cargase con el papel. Ese alguien terminaste siendo tú y yo no hice nada para impedirlo. En ese momento no me importaba, no te conocía. Pero ahora... Lo siento. Aunque no me arrepiento de nada, gracias a eso pude conocerte, sentía que debía compensarte. Te debía una vida normal y eso es lo que te ofrezco, si la quieres.
Ya has visto que Oda sigue vivo. Me disculparía por lo mal que te lo he hecho pasar pero esto también te lo debía por aquella vez que tú me dejaste creer que se había muerto por mi culpa. Ya estamos en paz. Además, te prometí hace mucho tiempo que no dejaría que muriese. Y yo suelo cumplir las promesas que le hago a la gente que me importa.

Si no me equivoco, y no suelo equivocarme, en sus últimos momentos, Odasaku te pidió que hicieras el bien. Que siga vivo no invalida el hecho de que fuera su última voluntad (de hecho estuvo técnicamente muerto durante casi dos minutos, dale gracias a Yosano porque no esté muerto de forma permanente) y supongo que querrás cumplirla. Si es así, que sepas que te apoyo. Nadie de Port Mafia intentará perseguirte ni hacer que vuelvas y eso te lo puedo garantizar porque, bueno, porque he matado a Mori.

Tal vez sea una sorpresa para ti, tal vez no, pero por eso te dije esas cosas la última vez que nos encontramos. Necesitaba que huyeses de ahí para que nadie te relacionase con su asesinato.
Si no moría, jamás podrías vivir en paz porque en algún momento, cuando él considerase que le serías útil de nuevo, lograría que volvieses a la organización.
Considéralo un regalo de mi parte.

No sé quién será el nuevo líder, pero estoy seguro de que seré capaz de manejarle. Dile a Oda que siento lo de los huérfanos, pero no añadas que era necesario para que Mori pensase que todo iba según sus planes. No hace falta echarle sal a la herida. También coméntale que leeré su novela en cuanto salga, así que más vale que sea buena. Por cierto, sería mejor que usase un pseudónimo al escribir. Está oficialmente muerto.

Espero que aproveches esta oportunidad que te doy para dejar de actuar como el hijo de la grandísima al que has estado interpretando todo este tiempo en la Mafia y aprendas a ser tú mismo. Puede que nunca consigas encontrarle un sentido a tu vida, pero que eso no te impida seguir adelante. Hay cosas maravillosas. Por ejemplo, comer.

Estaré deseando ver qué te conviertes, así que ánimo. Eso sí, te pido un favor. No te olvides de Akutagawa. Dudo que reaccione bien ante tu marcha, así que escríbele una carta o algo. Aunque solo sea un trocito de papel. Ya me encargaré yo de hacérselo llegar.

Bueno, ya he escrito mucho y me duele la mano.
Yo te echaré de menos. Chuuya no tanto.
Con mis mejores deseos,
Ranpo Edogawa.

PD: la tinta de esta carta se evapora a las cinco horas de ser escrita, solo por si cayera en malas manos. Ah, y ya me encargaré yo de hacer que no quede rastro de «tus años locos».

PPD: estoy escribiendo esto con mucha confianza y como si todo hubiera pasado ya, pero también existe una pequeña posibilidad de que esto salga muy mal y que cuando leas esto me hayan ejecutado por traición. Si es así, olvídate de todo lo que te he dicho y escóndete en el hoyo más profundo que encuentres para huir de Mori.

Un mundo de monstruos (una historia de Bungō Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora