Anulando la habilidad de anulación

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- ¿Y qué te ha parecido Dazai? - preguntó Mori.

- Mori, si quieres que te diga lo que he deducido de él, pregunta directamente - respondió Ranpo con cara de estar hasta las narices del doctor.

- ¿Qué has deducido de Dazai-kun?

- No te lo pienso decir - dijo Ranpo sonriendo.

- ¿Entonces de qué me sirves? - suspiró el doctor.

- Ah, no te sirvo de nada. Total, solo te paso información de todo el mundo que viene por aquí (salvo de Dazai porque no me da la gana), impido que Yosano practique la automorición por tener que estar contigo y juego en la Bolsa aunque me parece aburridísimo para que haya dinero para que puedas comprarme dulces y adquirir otras cosas menos legales pero no hago nada - Ranpo parecía molesto.

- Bueno, algo útil sí que eres - reconoció Mori

- ¿Solo algo? - Ranpo frunció el ceño.

De repente el teléfono del médico empezó a sonar. Miró la pantalla y ponía: número oculto. Lo cogió inmediatamente.

- El jefe está grave - anunció una voz a al otro lado de la pantalla.

- Entendido - asintió el médico -. Lo prepararé todo, traedlo aquí inmediatamente - ordenó.

- De momento se niega a ir a la clínica. Esperaremos un par de horas porque al fin y al cabo es el jefe pero si sigue así le llevaremos aunque sea por la fuerza.

- Está bien - consintió Mori. Dicho esto colgó.

Mori se guardó el teléfono y se despidió de Ranpo.

- Parece que es mi día de suerte - dijo sonriendo -. Te dejo, con suerte mañana seré el nuevo jefe de la Port Mafia.

- Está bien. Procura no traumatizar demasiado a Dazai.

Mori abrió mucho los ojos fingiendo inocencia.

- ¿Cuándo he traumatizado yo a un niño? - preguntó.

Ranpo enarcó una ceja.

- La auténtica pregunta es si has conocido a un niño que no haya necesitado terapia después.

- Exagerado. Tú tampoco lo pasaste tan mal.

- Tienes razón, destrozarme la imagen que tenía de mis padres y hacer que me peguen un tiro en el estómago no es nada.

- Que sí, que algún día te llevaré a terapia pero ahora el jefe se está muriendo - dijo mientras se iba rápidamente.

- Como si no fueras a matarlo dentro de nada... - le gritó Ranpo mientras sabía que aún podía oírlo.

Mori se alejó pensando en que tenía un problema. Ahora mismo tenía la oportunidad perfecta de llevar a cabo su plan pero su testigo apenas podía respirar solo. Y la habilidad de Yosano no servía de nada con él.
En realidad ninguna habilidad funcionaba con ese chico. Había hecho que Elise lo tocara y ésta se había esfumado inmediatamente, cosa que le provocó una angustia indescriptible. Esa habilidad a largo plazo sería muy útil pero ahora mismo le estaba complicando la vida.
El médico frunció el ceño. ¿Qué podía hacer? Tenía que haber una forma de anular la habilidad de anulación, por muy enrevesado que sonase. Y encima tenía que encontrar la forma de hacerlo antes de que trajesen al jefe.

- R... - antes de que pudiera terminar la palabra Ranpo apareció.

- Sabía que me necesitarías. Quieres encontrar una manera de curar completamente a Dazai, ¿verdad?

- Nunca fallas - sonrió Mori.

- Hace un rato no estabas así de amable - protestó Ranpo.

- El pasado pasado está. ¿Se te ocurre alguna manera?

Un mundo de monstruos (una historia de Bungō Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora