Capítulo 68

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POV _________

Dejar ir a mi hermano fue más duro de lo que imagine. Se convirtió en el pegamento que mantenía unidas todas mis piezas. Aunque Ascian estaba convencido de que Draco tomaría su lugar para cuidarme en cuanto regresará, yo necesitaba a mi hermano. Solo él conocía el sentimiento por el que estaba pasando y sobre todo el compartía mi pesar.

Por mucho que amará a Draco, en estos momentos no lo necesitaba a él; yo necesito a mi hermano.

Ascian se fue un día antes de que todo el alumnado regresará al castillo, dejándome sola con todos los pensamientos que abrumaban mi cabeza. Cada uno estaba acompañado de mucho más dolor que el anterior.

Fue como si todo a mí alrededor se mantuviera congelado; el cambio en la dirección de los rayos de sol a través de las profundidades del lago era lo único que me indicaba que la vida seguía su curso.

La noche se sintió el doble de tormentosa sin mi hermano a mi lado. Las horas pasaron y poco a poco diferentes voces empezaban a sonar en el pasillo fuera de mi habitación, indicando que las vacaciones habían terminado.

Las chicas ya no tardarían en llegar y yo seguía en pijama abrazada a mi almohada como lo había estado haciendo con Ascian los últimos días.
No estaba segura cómo les explicaría mi estado de ánimo sin volver a romper en llanto, ni siquiera estaba segura de querer contarles, ya que al hacerlo todo esto se haría más real y dolería mucho más.

Así que instintivamente subí mis cobijas hasta cubrir mi rostro al escuchar el picaporte de la puerta girar. Con suerte creerían que estoy dormida y me dejarían tranquila un par de horas más, quizás las suficientes para que me arme de valor y hable sobre mi padre.

Espere de todo, desde escuchar la conversación de las hermanas acerca de sus vacaciones, hasta el golpe seco de los baúles al caer sobre la alfombra. Pero todo se mantuvo en silencio, hasta que poco a poco se escucharon los pasos de alguien acercarse a mi cama.

Esto era peor que esperar a que Asto y Daph me interrogaran. El colchón se hundió detrás de mí y sentí como la cobija se levantó ligeramente para permitir que alguien se acostará a mi lado. No tenía que verlo para saber que Draco era quien me abrazaba con fuerza desde atrás. Entrelazó nuestras manos y los anillos iluminaron la oscuridad que ofrecía la cobija.

No saludo, tampoco preguntó por mis vacaciones. Él lo sabe y aunque no entendía cómo lo averiguo, agradecía que no sacara el tema. Aparte la almohada permitiendo que me rodeara por completo con sus brazos, dándome el soporte que mi hermano sabía que haría, dejándome llevar el luto a mi manera.


Las clases regresaron a la normalidad y yo me seguía sintiendo terrible. La culpa se combinó con la tristeza, formando una emoción que me carcomía desde lo más profundo de mi corazón.

Y las miradas de mis amigos no ayudaban. Ninguno se había atrevido a preguntar por lo sucedido pero era evidente que lo sabían.

— ¡Dejen de mirarme así!— les exigí con firmeza —es como si vieran un accidente humano— y puede que en realidad así me sintiera. Como un caótico accidente del cual solo quedaban unas cuantas piezas por observar y la gente se congregara a mí alrededor tratando de juntarlas.

—Estamos preocupados por ti—Daph fue la primera en hablar —No debes cargar con todo ese dolor tu sola—

Sé que su preocupación era genuina, pero en estos momentos no quiero las condolencias de nadie — ¿Y quién te dijo que quiero compartirlo? Ninguno de ustedes está en mi posición—

—Blake— la voz de Draco se alzó regañándome

—No Draco, tu no— mis ojos comenzaron a escocer, en muy poco tiempo comenzaría a llorar

Liberación de dos serpientes||DRACO MALFOY & _____(En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora