Capitulo 49: Caos

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Siempre he creído que dos de los peores sentimientos que alguien puede experimentar, es sentirse solo y perdido. Cuando no sabes que hacer o a donde ir, y peor aún, cuando no tienes a nadie que te ayude, aunque sea un poco, a volver a encontrar el camino que ibas avanzando a paso firme.

Y lo peor de todo.
Es que así me siento en estos momentos.

-Tu confía- la voz de Marc llama mi atención- lo harás bien, porque eres la mejor en esto.

Solo lo miro y asiento con la cabeza dudosamente. Me giro sobre mis pies y entro al vestuario donde están todas las chicas.

A penas entro, todo el mundo se me queda viendo.

Incomodidad activada.

Tomo un suspiro y me dirijo a mi asiento donde siempre me cambio de ropa, mientras siento la mirada de todos sobre mi. Sin decir nada comienzo a colocarme la indumentaria del equipo.

-Niky se que puede sonar muy tonto lo que preguntaré- Lily llega a mi lado y me habla con mucha suavidad- pero ¿estas bien?.

-Si- afirmo y me pongo de pie ya que estoy lista.

-Si necesitas hablar...

-Estoy bien- interrumpo a Bella- y quiero decirle a todas- levanto la mirada- que  porfavor no me pregunten cosas, aquí no ha pasado nada...ahora lo único que importa es la final que nos espera, y todas necesitamos estar concentradas solo en eso- bajo la mirada un momento- y no en mierdas.

Lo último lo digo en voz baja y luego de eso, salgo de vestuario, para que todas comencemos el calentamiento previo.

Calentamiento que fue horriblemente incómodo, ya que tener la mirada encima de miles de personas sabiendo que esta vez no están hablando de ti por tu talento o por lo que esperan ver de ti en el campo de juego, sino que hablan una y otra vez de los cuernos que te han puesto, es horrible.

Mientras estábamos escuchando los himnos de ambos equipos frente a las tribunas, lo vi a él en la gradas, vi a Gavi. Por un momento las ganas de salir de ahí habían hecho eco en mi cabeza, era como si ese dolor dentro de mi, hiciera que mi corazón me pidiera a gritos que nos fuéramos lejos, porque verlo solo hacia que la herida doliera más y que las ganas de llorar aumentaran.

Pero aguante, no por orgullo o porque quisiera demostrarle una sierta valentía a las personas que llenaban el estadio. Aguante solo por la persona que sé que me observa desde el cielo, la persona por la que avancé y me motivó a llegar aquí donde estoy en estos momentos.

Mi abuelo.

Se me hizo extraño verlo ahí, ya que esperaba que luego de la discusión, y de haber terminado nuestra relación, él no sería capaz de ir, pero lo hizo. Y a su lado están sus padres, Sofi, Pedri, Marcos y prácticamente todos los demás chicos del equipo masculino.

Todos con una mirada que refleja algo de tristeza, pero apoyando como siempre.

Con la mirada fija en él hermoso arcoiris que se dejó ver en el cielo, escuche el pitazo inicial y comenzó todo.

Caídas, golpes, manotazos, así fue el primer tiempo, pero nada de eso me dolió y me importó. Talvez el dolor que siento dentro de mi, ayudó a que esas cosas parecieran tan insignificantes a su lado, que ya no dolían, y si es así, lo agradezco.

Algo bueno que salga de toda la mierda que he vivido hoy.

Digo talvez, porque a estas alturas ya nose lo que siento. Nose si es el dolor físico del partido, o si es el dolor físico y mental que tengo, por estar recordando una y otra vez a lo largo de todo lo que va de partido, las fotos de Victoria y Gavi donde estuvieron juntos.

Sola Por Las Calles De BarcelonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora