21. Sansa

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Aegon:

Partimos temprano, dejar Dragonstone a penas unos días de haber llegado se sintió raro, las promesas que le hice a Dany antes de marchar parecen lejanas y por algún motivo, siento que no las podré cumplir... o por lo menos no si hago todo lo que debo hacer en este viaje. Tengo un presentimiento que inunda mi ser y no lo puedo controlar.

Durante el viaje, Varys me alertó de las atrocidades que Ramsey le hizo a Sansa y a Theon, cosas impensables e irrepetibles, no podía creerlo, ni sabía cómo manejaría la situación. Además me adelantó que había algo más pero que él no era quien para contarme, Sansa tendría que hacerlo, eso solo incrementó mi paranoia.

Marchamos quince días hasta llegar al refugio en donde Theon y Sansa se encontraban, días en los que mi mal presentimiento no se alejó de mi ser ni de mis entrañas, si seguía con este viaje algo ocurriría, lo se. Traté de alejar aquellos pesares por un momento para reencontrarme con mi hermana y disfrutar aquel momento, si bien no éramos muy unidos con ella, quedó todo en el pasado, nuestro padre ya no está aquí y debemos estar unidos para honrarlo.

Bajé de mi caballo, y junto con Gendry y Asha nos dirigimos a la puerta de la pequeña cabaña que se encontraba en la mitad de la nada misma, Varys que se nos adelantó tocó la puerta, y una anciana nos abrió paso. En la cabaña no había nada ni nadie, e inmediatamente pensé que era todo una trampa, pero Varys notó mi exaltación, y me señaló una escalera que llevaba a un sótano. Con mucha cautela bajamos esperando lo peor, pero esas sensaciones eran solo alimento de nuestra imaginación, el sótano era mucho más grande que toda la cabaña, y al fondo de la habitación se encontraban dos figuras sentadas frente a un hogar que calentaba el ambiente, Theon y Sansa.

Fui corriendo a encontrarme con Sansa, para abrazarla y pedirle perdón por todo lo que le había sucedido, pero ella no se levantó de su silla, siguió sentada, tapada con numerosas mantas, y mirando fijamente al fuego, su mirada parecía vacía y eso me heló la sangre. Theon me saludó y corrió a ver a su hermana dejándome solo con Sansa.

Ella seguía mirando a las llamas como si estas le fueran a dar el secreto de la vida misma, por lo cual me arrodillé frente a ella y posé una mano sobre su mejilla. Su respuesta fue una lágrima, y un "perdoname".

No comprendía nada, le pedí casi suplicando que me diga que estaba pasando, esto no era una trampa, de serlo ya me hubieran aprisionado o matado, pero solo estábamos solos en ese sótano y Sansa lloraba como si no hubiese un mañana. Cada segundo que pasaba me desesperaba más, no entendía que pasaba, por qué la tenía que perdonar, ni qué podía hacer para sacarla de ese sufrimiento.

Tratando de calmarnos, bajé la voz y le pedí que me cuente que ocurría, que podía confiar en mí; ella paró de llorar y por primera vez desde que llegué me miró fijamente y me hizo un ademán para que la deje levantarse. Al hacerlo entendí todo, por debajo de las numerosas mantas que la arropaban se escondía un abultado vientre, ella estaba embarazada y eso la apenaba.

_Bolton es el padre? le pregunté sin saber que respuesta me dejaría más tranquilo,

ella no me dijo nada, solo movió su cabeza asintiendo.

_El lo sabe? esta vez si quería que me de una respuesta, deseaba que él no tenga conocimiento de este embarazo.

_ No lo sé_ respondió Sansa con un hilo de voz.

La abracé como nunca lo hice en mi vida, ese maldito había destrozado a mi hermana y lo pagaría.

Ayudé a Sansa a subir por las escaleras y salir de la cabaña, todos me miraron con incertidumbre y solo Melisandre se acercó para hablarnos.

_Bienvenida Lady Sansa, espero poder ayudarla, mi nombre es Melisandre y si me lo permite puedo revisarla cuando lleguemos a un lugar seguro.

Sansa asintió, y me quedé pensando unos segundos cómo seguiríamos. No podíamos seguir avanzando, teníamos que volver a Dragonstone y poner a Sansa a salvo, su embarazo parecía estar bastante avanzado.

El retorno de los TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora