10. Reencuentro

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Aegon:

La muerte de Ygritte me dejó devastado, tenía ganas de abandonar mi  camino, pero no podía, debía estar fuerte por Irina, ella era la luz que me mantenía con vida cada día. Mi pequeña hija se mantenía con una sonrisa, solo por las noches notaba la ausencia de su madre, lloraba incansablemente hasta que la sacaba de su cuna y la acostaba a mi lado.Mis amigos no me dejaban solo ni un momento, trataban de animarme, pero mi alegría se fue con mi esposa. 

Seguíamos recorriendo Sothoryos, ahuyentando esclavistas y sumando gente a mi causa, ya casi eramos nueve mil. Tyrion me aconsejó partir para Essos, decía que era una buena opción para hacerme conocer. Simplemente no tenía ganas de absolutamente nada, todo lo que hacía era por mi pequeña, ya tenía dos años y era bella como su madre. Mientras discutíamos sobre las posibles ciudades para comenzar nuestra travesía, entró Melisandre, traía un mensaje en sus manos y por primera vez en meses su rostro resplandecía. _ Mi señor, he traído noticias de Essos, su tía Daenerys Targaryen está camino a Astapor, planea liberar a los esclavos y quiere tomar la ciudad_ mis ojos se iluminaron un poco, Dany, mi primer amor estaba sana y con más fuerzas que nunca_ Eso no es todo, tiene un dragón al igual que usted_ dicho esto, comprendí que deberíamos estar juntos, al fin y al cabo ella era mi familia y ahora podía brindarle mi ayuda.

Teníamos que encontrarnos a mitad de camino, pero dónde, Melisandre me dijo que ella estaba en Qarth, nosotros no estabamos muy lejos de allí, nos encontrabamos en una parte inexplorada de Sothoryos, así que no podía pedirle que venga aquí, tampoco era buena idea ir donde estaba ella, perderíamos tiempo y tal vez no sea bien visto por sus seguidores. Gendry se acerca y nos sugiere un encuentro en una pequeña isla que vimos en el camino, era ideal, estaba en medio de ambas locaciones. Melisandre asintió y fue a escribir un mensaje para su informante, debía anunciar que nos encontraríamos alli.

Una vez que recibimos su confirmación partimos al encuentro, le conté a Irina que conocería a su tía, y estaba muy emocionada por ello. Tardamos tres días en llegar al punto de encuentro, estaba muy nervioso ya que hacía varios años que no veía a Daenerys, casi cuatro años, y ambos habíamos cambiado, la vida nos había dado varios golpes, pero pese a ello pudimos superarlos.

Se acercaba la tarde y no veíamos rastros de Dany, ya no aguantaba más el nerviosismo y decidí subirme a lomos de Phantom para poder buscarla. Nos alejamos de la isla, y pude ver una pequeña flota, mi corazón se hinchó al ver el estandarte de mi familia, el dragón de tres cabezas, esa era Dany. Volvimos con Phantom hacia la isla y nos dispusimos a esperar, llegada la noche la flota atracó en la playa. Comenzaron a bajar guerreros Dothraki, y muchos Qarthienses, y por último, con su cabellera plateada y tan hermosa como la recordaba bajó ella, Daenerys. Inmediatamente nuestras miradas se encontraron, moría por ir corriendo y abrazarla, pero la situación no era la misma, ambos teníamos obligaciones políticas. 

Nos acercamos y cordialmente nos dimos un saludo, le presenté a mi hija y a mi entorno, pero quería verla en privado, no aguantaba esta actitud de frialdad que manteníamos. La invité a una tienda improvisada que habíamos preparado para su llegada, y al cruzar la puerta nos dimos el abrazo que tanto necesitábamos, comenzamos a llorar de tal manera que parecía que nunca pararíamos.
En un intento de comunicarme con ella, tome su rostro con mis manos y la miré fijamente,  aquella muchacha que había crecido junto a mi ya no estaba, sus ojos mostraban dolor y tristeza,  y eso me daba un poco de culpa. Tal vez si nunca me hubiese ido de Winterfell podría haber ayudado a mi familia, y ella no estaría rota como ahora.
Decidimos que ya era tiempo de dejar de llorar y tomamos asiento,  le serví una copa de vino y nos pusimos al día con nuestras vidas.  A decir verdad corrí con mucha suerte, al escuchar sus relatos se me helaba la piel y la culpa crecía en mi ser.  Al poco tiempo se nos unió Tyrion, Melisandre, Davos, Gendry y Jorah Mormont.  Ideamos cual seria la mejor estrategia para liberar a los esclavos y acordamos que debíamos parecer compradores. Partiriamos al día siguiente con una sola embarcación y nuestros dragones.

Esa noche me sentí un poco más en mi hogar,  mientras cenamos recordábamos todas nuestras anécdotas,  las travesuras que hacíamos en el castillo y como hacíamos enojar a Sansa.  Irina estaba feliz, estuvo todo el tiempo en brazos de Dany, se reía y hasta se quedó dormida sobre ella.

Daenerys :

La hija de Aegon era hermosa,me daba un poco de nostalgia pensar en mi hijo Raegho,  se hubieran llevado bien supongo.  Pero me alegraba que mi sobrino pueda tener una parte de su esposa consigo.  El reencuentro fue hermoso,  pero todas mis esperanzas de estar juntos se habían esfumado con el conocimiento de nuestro apellido. El nunca aceptaría estar con su tía,  si bien es un Targaryen al igual que yo, el no estaría de acuerdo con la tradición del incesto,  el era un norteño en todo sentido.
Irina se había dormido en mis brazos y me ofrecí a llevarla a su cuna.
Una vez en la tienda de Aegon el me advirtió que su pequeña nunca se quedaba en su cuna,  me contó que lloraba sin cesar hasta que la recostada a su lado, pero tenía que intentarlo,  nunca había podido acostar a mi bebe. Cuidadosamente la coloque en su cuna y corrí la seda del mosquitero para que pueda estar cómoda.  Mi sobrino se quedó perplejo, y de pronto sus labios se encontraban sobre los míos en un beso que esperé por años.

Perdón que desaparecí, es que estoy tratando de entrar a la universidad y tengo que estudiar mucho para el examen de ingreso.  Después del 15/12 voy a estar libre y voy a actualizar seguido.

El retorno de los TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora