El retorno de los Targaryen

12.La campaña de Daenerys II

Daenerys:

Entre abrazos, besos, y llantos cedí a lo que me negaba, acepté el amor de Aegon. Cuando Irina me dijo mami, todo mi ser revivió, pensé que nunca escucharía esa palabra, me había resignado, nunca pensé en que una pequeña niña que no nació de mis entrañas podría causar tal efecto en mi; pero todo tenía sentido, aquella niña no era una niña cualquiera, era una Targaryen, y nada menos que nacida de mi amado Aegon ¿Cómo no iba a amarla?.

Los días pasaban y nuestra marcha a Yunkai continuaba, por la noche seguíamos con la misma rutina que llenaba mi corazón, Irina se quedaba dormida en mis brazos, nos besábamos con Aegon, y luego dormíamos cada uno en nuestras respectivas tiendas.

Tardamos unas semanas en llegar puesto que nuestro séquito estaba conformado por más de veinte mil hombres. Pero al llegar no solo vimos la espléndida ciudad amarilla, estaba rodeada por mercenarios. Tyrion mandó a un emisario para averiguar quienes era, y cuál era su motivo para estar allí. Unas horas después nos enteramos que no solo había una compañia de mercenearios , eran dos compañías: Los segundos hijos, y los Cuervos de Tormenta. Ambos habían sido contratados por la ciudad para protegerla.

Nos juntamos en una tienda improvisada para discutir nuestro plan de acción. Primero tendríamos que pasar por los mercenarios, pero ¿Cómo?. La discución se estaba volviendo bastante intensa, hasta que Missandei, la traductora de Astapor, pidió la palabra.
_Si me permiten, creo que conozco la manera de ponerlos de nuestro lado_ dijo Missandei, y luego de que asintiera con la cabeza, ella continuó_ El comandante de los Cuervos de Tormentas es Daario Naharis, es muy conocido por su vanidad y su acitutd de casanova; y el comandante de los Segundos hijos es Ben Plum, su madre era una Dothraki, y alega tener una gota de sangre Targaryen. Por ende sugiero que se presente para halar con Daario, el cederá frente a sus encantos, y en el caso de Los segundos hijos, deberían asistir con el su majestad Aegon Targaryen, usted es una Kahleesispoti y es Targaryen, que mejor que rtatar de convencerlo por la sangre y el honor.:

Sus palabras fueron muy sabias, me sorpendía, con Aegon nos miramos y tras un desacuerdo aceptamos el plan. El tenía mucha desconfianza en Daario Naharis, pero Missandei y GreyWorm se ofrecieron a escoltarme.

Una vez en el campamente de los "Cuervos de Tormenta" pedimos una audiencia con su líder, y sin dudarlo nos llevaron con el. Daario era un hombre muy llamativo, algo estravagante para mi gusto, pero aún así era bastante atractivo, llevaba su barba y cabello de un color azul profundo, lo cual no era muy cómun, y se podía ver u cuerpo bastante trabajado. El estaba tirado en un sillón, comiendo unos higos, y mofandose de mi presencia. 

_¿Qué tienes para ofrecerme pequeña reina?_dijo denotando su arrogancia, pero Missandei se apresuró a corregilo.

_ Te estás dirijiendo hacia la  Daenerys de la tormenta, de la casa Targaryen, Khaleesi de los Dothraki, princesa de los ándalos, rhoynar y los primeros hombres. Señora de los siete reinos y protectora del reino. La madre del dragón, la que no arde, rompedora de cadenas, y liberadora de esclavos. _

Daario se rió e hizo una graciosa reverencia a modo de burla_ Perdone su majestad, de haberlo sabido la hubiera espera con mejores ropas, o tal vez sin ellas_ dijo guiñando un ojo.

_No estoy aquí para coquetear, vengo a pedirle que se unan a mi causa, se que muchos de sus hombres alguna vez fueron esclavos, y mi misión es liberar a toda persona que esté privada de su libertad_ le dije secamente.

_¿Y qué ganaría con ello?, si bien el oro me interesa, tal vez requiera de otros favores reales_

_No le puedo ofrecer otra cosa más que oro y gloria, y espero que lo acepte, ya que tenemos un ejército de más de 20 mil hombres, y no tengo duda de que los segundos hijos se nos unirán, así que saqué sus cuentas, creo que están en desventaja_ dicho esto me dí media vuelta para irme, pero no sin antes darle un plazo_ Tienes hasta el atardecer, envía un emisario a mi campamento para darnos a conocer tu respuesta_ Greyworm abrió la cortina de la tienda y salimos en silencio.