9. Pérdidas

1.6K 78 9
                                    


Daenerys:

Habíamos emprendido camino hacia Poniente, Drogo quería recuperar el trono para mi, pero yo quería hacerlo para mi sobrino. Iban saqueando aldeas para conseguir oro para los barcos, no me agradaba la idea, pero no tenía voz sobre esto, solo podía limitarme a impedir que violen a las mujeres.

En uno de los saqueos, una mujer se me acercó y me dio una bolsa, me dijo que ella sabía quien era, que en su juventud ella había servido a mi familia. Me dijo que abra la bolsa solo cuando necesite a mi familia mas que a nada en el mundo. Le pregunté cómo podía saber que el momento era el indicado_Lo sabrás Daenerys, cuando en tus entrañas sientas soledad, cuando tu corazón grite, y cuando tu mente te pida que seas fuerte, ese será el momento_ la anciana me dijo esas palabras y desapareció entre la hierba.

Cada día mi vientre crecía más, así como la esperanza de un mundo mejor para mi hijo Rhaego. Todo iba según lo planeado por mi esposo hasta que nos topamos con otro Khalasar. Drogo comenzó a luchar contra el Khal Ogo, temía por su vida, ya que ese hombre tenía una trenza bastante larga, signo de que no perdía una batalla en mucho tiempo. Golpe tras golpe ambos se iban debilitando, empezaba a caer el sol cuando mi esposo fue herido, miró la herida que su contrincante le había infligido en el pecho, y en un acto de furia le arrancó la cabeza con un arakh. 
Todo nuestro Khalasar festejó victorioso, y comenzó a saquear la ciudad.
Era un escenario horrible, no me podía acostumbrar a ello, no podía dejar que nuestro Khaalasar siga violando a mujeres. Con mucha decisión me acerqué a uno grupo de hombres y les dije que tomaba a estas mujeres como mis doncellas, y que nadie podía tocarles ni un pelo sin su consentimiento. Algunos me gritaron que no tenía autoridad para hacerlo, y fuimos con mi esposo para que podamos definir el destino de estas mujeres. Drogo miró toda la situación con cierta diversión en sus ojos, le encantaba que demuestre autoridad, y gracias a ello conseguí que ninguna mujer de ese pueblo sea sometida sexualmente, si lo hacían morirían.

Los días pasaban y la herida de Drogo empeoraba aunque el no le daba importancia, yo no veía ninguna posibilidad de que cicatrice sola. Por ese motivo le pedí a  Mirri Maz Duur( una bruja que había rescatado del grupo de mujeres) que lo curara. Ella preparó un cataplasma de hierbas y lo puso sobre su pecho.Mi esposo no era de los que se quedan en su lecho esperando a sanar, el quería seguir camino a Poniente, y esa misma tarde lo hicimos. Desarmamos las carpas y emprendimos el viaje sobre nuestros caballos.

Luego de unos días, la herida comenzó a picarle, era una mezcla del calor que hacía durante el día, y el efecto de la cicatrización; esto lo incomodaba bastante y optó por quitarselo. Yo no estaba de acuerdo, pero el era muy terco, en ese sentido no me escucharía. Dos días después comenzó mi ruina. Mi esposo cayó de su semental, y esto, para los Dothraki era un signo de debilidad. Inmediatamente armamos un campamento improvisado y lo recostamos en un lecho de paja,Mirri lo vio y comenzó a cantar en un idioma que no pude reconocer. Le pedí a gritos que lo salvara, pero me dijo que solo podía aliviar su dolor, que su muerte era inevitable.

La noticia me cayó como un puñal de hielo, no podía estar pasando. Jorah quiso que huyamos, pero yo no quería, tenía que estar con mi esposo hasta el último momento, los Dothraki me respetarían porque llevo en mis entrañas al hijo de su Khal. Me explicó que aquí no se regían por lineas de sucesión, el hombre mas fuerte se convierte en Khal, y que luego de que mi esposo muera, comenzarían a pelear y me querrían matar, no dejan cabos sueltos. Seguí firme en mi decisión, me quedaría con Drogo hasta el último momento.  Jorah salió de la tienda, esta noche se tendría que poner su armadura, sería una noche difícil.

Le supliqué nuevamente a Mirri que lo salve, tenía que existir alguna magia sin importar el costo que lo pueda traer de nuevo a la vida. Ella me miró con cara dubitativa y me dijo que había una manera, que no sería nada agradable, pero que lo podía traer de vuelta. Inmediatamente acepté, quería a mi esposo vivo. Ella mandó a buscar a su semental y le cortó el cuello empapando de sangre el cuerpo de Drogo. Pidió que nadie entre en la carpa, los muertos bailarían esta noche.

El retorno de los TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora