Capítulo XXXV

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Sigyn observó a Hela con la boca entreabierta y un tanto suspicaz

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Sigyn observó a Hela con la boca entreabierta y un tanto suspicaz. Dio un paso hacia atrás como si así estuviera a salvo de la diosa de la muerte y apretó con fuerza su arco sin apartar la vista del frente. Hela rió entretenida y ladeó la cabeza clavando sus ojos negros y desafiantes en Sigyn.

—¿Por qué me querrías?

—Presentas un problema en mi plan...

—¿Y por qué no me mataste cuando era una bebé?

—No puedo hacerte daño, Frigga se encargó de protegerte con un hechizo. Además, gracias a tu insufrible padre y a nuestro maldito rey, no puedo dejar Hel voluntariamente.

—¿Y en qué soy un problema? ¿Cuál es tu plan? ¿Vengarte de mi padre o de Asgard?

—No trato de vengarme de tu padre por condenarme a Hel. La venganza es un juego de niños, yo apunto más alto y por eso tengo que deshacerme de ti.

—Estuve aquí hace unos días, pudiste pedirle a alguno de tus lacayos que me matara.

—Era el plan, pero mi querida hermana interfirió. También me desharé de ella de una vez por todas.

—¡Eso no lo voy a permitir! —Intervino Thor alzando el Mjolnir.

—Aguarda, Thor, no quiero utilizar la fuerza —dijo Sigyn alzando la mano.

—Vas a necesitarla —comentó Hela—. Tal vez Frigga te protegió para que no pudiera tocarte, pero siempre hay una falla en todos los hechizos y éste no es la excepción. Podré deshacerme de ti más pronto de lo que crees.

—Quiero ver que lo intentes —dijo Sigyn entornando los ojos hacia la diosa.

—Será como quitarle la vida a una pulga. Porque si no mal recuerdo, tú renunciaste a tu magia y yo poseo más de la que te imaginas.

—No necesito de la magia para derrotarte.

—Oh, seguro que no, tienes a tu gran ejército para apoyarte —dijo mirando con insignificancia a Thor, Sif y los Tres Guerreros.

—¡Nosotros somos suficientes para acabar contigo! —Le gritó Sif.

—No te tengo miedo —le aseguró Sigyn dando un paso hacia el frente.

—Oh, pero deberías, porque no hay nada que pueda detenerme. Ni siquiera el Padre de Todo o el Poderoso Thor —dijo en tono burlón.

—¿Por qué quieres matarme? ¿Qué problema presento en tu plan de dominar el Universo?

—Eso no te lo diré. —La joven frunció el ceño.

—¡Suficiente! —Bramó Sigyn apuntándole con su arco—. Escúchame con atención, Hela. No me importa cuál sea tu plan, tú vas a decirme ahora mismo qué debo hacer para curar a Loki, porque ya estoy empezando a cansarme de esto y no quieres verme enojada.

La Fidelidad al Engaño (Loki y Sigyn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora