Capítulo XX

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Sigyn se encontraba entrenando en Nidavellir con las Yriaf

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Sigyn se encontraba entrenando en Nidavellir con las Yriaf. Llevaba demasiado tiempo tratando de entrar en la mente de Nesil para controlarla, sin éxito, ya estaba exhausta.

—Necesito descansar —dijo Sigyn jadeando—, ya no puedo...

—¿Crees que Thanos está descansando ahora?

—Sólo necesito un momento...

—No, no podemos hacer eso, sigue intentando, tienes que adentrarte en mi mente hoy mismo.

—Es muy complicado, no lo voy a lograr.

—¡No seas negativa! —La regañó—. Has logrado controlar los elementos básicos del universo, puedes leer las mentes, cambiar de forma y volar.

—Pero esto es diferente, ahora tengo que luchar mentalmente con alguien. No puedo simplemente llegar y meterme en el cuerpo de cualquier persona, es más fácil si me convierto en ella.

—No será tan difícil cuando lo tengas que hacer, porque tu enemigo no va a saber que lo harás —comentó Nesil—. Yo lo sé y por eso es difícil... —mientras ella hablaba, Sigyn había logrado apoderarse de la mente y cuerpo de la Yriaf. Ahora veía el lugar desde la perspectiva de Nesil, quien intentó expulsarla pero Sigyn no lo permitió.

—Lo logré —dijo animada saliendo del cuerpo de Nesil.

—Sabía que lo harías —contestó sonriendo de lado—. Ahora, esto te va a servir demasiado puesto que puedes matar a un enemigo de esta manera, entras en él y luego haces que se mate a sí mismo.

—¿No moriría yo? —Nesil negó con la cabeza.

—Saldrías inmediatamente, no te preocupes.

—¿Crees que Thanos obtenga la Gema del Espacio?

—No lo sé, por ahora está en manos de su aliado, por lo que la Abuela Lyddel ha dicho —comentó señalando a la anciana.

—¿Quién es su aliado?

—No tengo idea, no nos lo quiere decir —susurró.

—Están ahí —habló Lyddel absorta en sus pensamientos—, puedo verlos.

—¿Quiénes? —Preguntó Sigyn observándola con el ceño fruncido.

—Los Chitauri, ya están en Midgard y están atacando el lugar.

—¿Qué cosa? —La diosa abrió la boca—. Debemos ir a ayudarles...

—No, ellos ya se están defendiendo. Tienen un grupo de personas que está luchando contra ellos.

—Eso no importa, debo ir, Steve está ahí.

—¡No puedes ir!

—Tú no me das órdenes —espetó la diosa abriendo un portal hacia Midgard.

La Fidelidad al Engaño (Loki y Sigyn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora