Epílogo

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Sigyn caminaba de un lado a otro con algo de angustia y desesperación

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Sigyn caminaba de un lado a otro con algo de angustia y desesperación. Una vez que el hechizo se había roto, la realidad antes del ataque a Nueva York y la batalla con Hela se había eliminado de la memoria de Midgard, por lo cual, nadie recordaba el atentado y los Vengadores nunca se formaron. Sigyn trataba de convencer a Loki de que eso no era justo y al menos deberían devolverles eso.

—¿Te has vuelto loca? —Él frunció el ceño y negó con la cabeza—. Es mejor que se queden así, ¿sabes?

—Pero tienen derecho a saber que no están solos, que...

—Lo saben, Thor estuvo ahí.

—Nadie lo recuerda, luego de que estuvimos en Nidavellir y él renunciara a Jane, fue borrado de la memoria de ella y de quienes lo conocieron.

—Pero tú recuperaste tu magia, ¿por qué él no puede volver a ver a la mortal?

—No lo sé, hay cosas que no tienen explicación.

—Como sea, Sigyn, apenas logré que me volvieran a aceptar aquí en Asgard, no quiero que me recuerden en otro lado como el psicópata que destruyó una de sus ciudades.

—Pero Thor los extraña y...

—¿Y no será que quieres que el hombre de metal te recuerde? —Ella frunció el ceño pues de su etapa como mortal no recordaba absolutamente nada.

—Sabes que no tengo idea de lo que hablas, Loki —dijo comenzando a enfadarse—. Yo no crucé más palabras con Anthony Stark que las que escuchaste antes de que regresáramos aquí. Y él ya no recuerda eso.

—¿Y el soldado?

—¿Steve? —Dijo alzando las cejas, Loki asintió—. Sólo éramos amigos, ¿desde cuándo eres tan celoso? —Cuestionó algo divertida.

—No lo soy. —Loki frunció más el entrecejo y apretó los labios.

—Voy a hacerlo...

—Sigyn, no, por favor. —Ella cerró los ojos y suspiró antes de mirarlo.

—Soy la reina y la decisión ya fue tomada. —Loki la miró algo dolido y con la boca entreabierta. Rió incrédulo y se acercó a ella hasta quedar a milímetros de su cara.

—Muy bien, majestad —dijo apretando los dientes, se giró bruscamente y caminó hasta la puerta de la habitación de Sigyn con rapidez, salió y la cerró con tal fuerza que las paredes temblaron.

Sigyn puso los ojos en blanco y resopló, se sentó en su cama y cruzó los brazos mirando hacia la puerta, que minutos después se abrió, ella torció la boca y mantuvo el ceño fruncido cuando vio la cabeza de Loki asomarse.

—¿Puedo pasar? —Sigyn lo miró expectante y asintió.

—Eres un tonto —dijo negando con la cabeza, él se encogió de hombros y avanzó hacia ella.

La Fidelidad al Engaño (Loki y Sigyn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora