Cuando Sigyn nació, su destino ya estaba decidido, la muerte de sus padres no fue un impedimento para que el acuerdo entre Odín y su padre, Bragi, se llevara a cabo. Sigyn se convertiría algún día en la reina de Asgard al casarse con Thor. Desde que...
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Sigyn observó perpleja a los reyes. Nunca imaginó que accederían a algo como esto. Ser una guerrera...
—¿Hablan en serio?
—Lo hemos pensado y creemos que es preferible que sepas cómo defenderte en caso de que haya alguna guerra —comentó Odín mirándola.
—¿Y tenían que esperarse hasta que fuera a cumplir mil años? ¿Por qué no lo pensaron antes? —Cuestionó ella—. Toda mi vida he estado insistiendo y ahora no tengo tiempo para prepararme.
—Creemos que eres capaz de prepararte en cuatro días, con la ayuda de Thor y de Loki —dijo Frigga.
A la chica se le hizo un nudo en la garganta al pensar en el pelinegro, ¿cómo iba a entrenar con él después de lo que había pasado?
—Estos cuatro días estarás preparándote para convertirte en guerrera y en la ceremonia obtendrás un cargo —dijo el Padre de Todo. La chica se mordió el labio y sonrió ampliamente.
—Entonces, ¿de verdad voy a ser una guerrera? —Preguntó incrédula.
—Es lo que querías, ¿no es así? —Señaló Odín. Ella asintió con una enorme sonrisa.
—¡Gracias! —Exclamó juntando sus manos complacida. Sus ojos estaban cristalizados—. ¡Es la mejor noticia de la vida! ¿A qué hora comenzaré a prepararme?
—Ahora mismo, irás primero con Thor y Loki, ellos te enseñarán lo básico y mañana empezarás con los maestros —dijo la reina.
—Y luego... —comenzó a hablar el rey pero su esposa le lanzó una mirada represora y negó con la cabeza.
—¿Y luego qué? —Insistió Sigyn mirándolos inquisitivamente.
—Serás una guerrera —se apresuró a decir Frigga. La chica asintió emocionada sin dejar de sonreír.
—Vamos, Gyn —habló Thor, —hay mucho por aprender.
—Estoy ansiosa —aseguró avanzando junto al rubio, se detuvo al darse cuenta de Loki no los seguía. Se giró y lo miró—. ¿No vienes? —Le preguntó, él le devolvió la mirada y asintió.
—Claro —dijo sonriéndole, ella devolvió el gesto y se volteó para seguir caminando. Loki avanzó detrás de ellos hasta que llegaron a la sala de duelos.
—¿Por qué no dejaste que les dijera? —Preguntó Odín a la reina.
—Una noticia a la vez, no creo que la segunda noticia le vaya a agradar mucho a Sigyn —comentó. El rey asintió y tomó la mano de su esposa—. Ahora sólo debe de preocuparse por estar preparada para ser una guerrera y para la ceremonia de iniciación, después nos encargaremos de lo demás. —Frigga le dedicó una sonrisa al rey y se retiró a sus aposentos.
Mientras tanto Sigyn ponía atención a las enseñanzas de Thor.
—Bien, el duelo cuerpo a cuerpo te lo enseñará Sif mañana, así que ahora veremos tus habilidades con las armas —dijo él—. Empezaremos por las espadas así que toma una.
