Capítulo VI

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Después de la ceremonia, como era de esperarse en Asgard, hubo una gran fiesta para Sigyn, todos los súbditos asgardianos celebraban en las afueras del palacio

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Después de la ceremonia, como era de esperarse en Asgard, hubo una gran fiesta para Sigyn, todos los súbditos asgardianos celebraban en las afueras del palacio. Los nobles y guerreros comían y bebían en el comedor, hablaban, reían y felicitaban a la diosa por su nombramiento. Thor estaba un poco ebrio pero todavía podía mantenerse en pie.

—La diosa de la Fidelidad —dijo el rubio pasándole un brazo por los hombros y sonriéndole con orgullo—. ¿Por qué te pusieron ese título? —Preguntó dándole un trago a su tarro.

—Thor, ya no bebas más —pidió Sigyn riendo y colocó su mano en el pecho del dios para evitar que se cayera.

—¿Por qué no? ¡Bebe conmigo! —Le ofreció su tarro, ella negó con la cabeza y sonrió.

—Estás más que ebrio.

—Oye, Gyn... —Un eructo escapó del dios, Sigyn arrugó la nariz.

—¿Qué ocurre?

—Ayer te vi besando a Loki —comentó y comenzó a reír. Ella se paralizó y abrió los ojos.

—¿De qué hablas? —Preguntó ella con indiferencia.

—De un beso, tú sabes, un beso —dijo y la besó en los labios. Ella rápidamente se hizo a un lado y se dio cuenta de que muchos los habían visto. Entonces comenzaron a aplaudir y a gritar de emoción.

—¿Qué hiciste, Thor? —Sigyn lo observó incrédula.

—Te enseñé lo que era un beso —dijo riéndose.

La ojiazul negó con la cabeza y luego buscó entre las personas a Loki. Él la miraba molesto y dolido, ella le devolvió la mirada, pero él se dio la vuelta y se alejó. Sigyn se separó del rubio y corrió tras Loki.

—¿A dónde vas? —Gritó Thor, pero ella lo ignoró y siguió su camino.

—¡Loki! —Exclamó una vez que lo alcanzó en el patio, él no se detuvo y siguió andando. Ella corrió lo más rápido que pudo y se puso frente a él—. Detente, por favor. —Le puso las manos en el pecho.

Él se detuvo pero no la volteó a ver, sus ojos estaban observando a la nada.

—Loki, mírame por favor —pidió.

—Debes ir con Thor, al parecer ambos ya aceptaron su destino —dijo tratando de ocultar el dolor que sentía—. Yo estaré bien, no te preocupes, sólo fuiste un momento de juego, quería saber qué se sentía besarte y decirte que te amaba, quería ver tu reacción —dijo y soltó una carcajada—. Al parecer caíste ante mí, eres muy ingenua, Sigyn.

Ella lo miró perpleja.

—¿De qué estás hablando? ¿Por qué me dices eso?

—¿En verdad creíste que yo estaba enamorado de ti? ¡Por favor! —Dijo soltando una carcajada—. Soy el dios del Engaño y te atreves a creer en mí, no pensé que fueras tan tonta y... —No terminó la frase porque la mano de Sigyn se había estrellado en una de sus mejillas.

La Fidelidad al Engaño (Loki y Sigyn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora