Cuando Sigyn nació, su destino ya estaba decidido, la muerte de sus padres no fue un impedimento para que el acuerdo entre Odín y su padre, Bragi, se llevara a cabo. Sigyn se convertiría algún día en la reina de Asgard al casarse con Thor. Desde que...
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Los ojos de Loki reflejaban la más grande sinceridad. Sigyn se quedó en silencio por unos segundos, aunque para él parecieron una eternidad.
—Claro que te perdono —asintió. Él se acercó dispuesto a besarla pero ella se apartó—. No confío en ti, Loki, al menos no ahora —el ojiverde entreabrió la boca.
—¿Qué puedo hacer para ganarme tu confianza de nuevo?
—No lo sé, pero respóndeme algo, Loki —pidió, el dios asintió—. ¿Por qué me dijiste todas esas cosas? Quiero decir, además de tu evidente imbecilidad. —Él la miró con el ceño fruncido.
—Creo que ya habíamos dejado claro que soy un imbécil, no había que repetirlo, ¿o sí? —Sigyn rió y negó con la cabeza—. Lo dije porque odié ese beso que Thor te dio y como Padre quería que te casaras con él, creí que la única forma de que todo esto no te afectara tanto era alejándote de mí —contestó—. Yo ya no tenía esperanzas y pensé que si tú creías que yo no te amaba, bueno, casarte con Thor no sería tan malo.
—Eres un idiota, pero entiendo por qué lo que hiciste. —La miró avergonzado. Ella se aproximó a él y puso sus manos en las mejillas del ojiverde—. Nunca vuelvas a decirme que no me amas, no creo poder soportarlo otra vez —le dijo y acto seguido lo besó.
Aquello tomó a Loki por sorpresa, sin embargo, no se apartó, simplemente la tomó entre sus brazos y la besó con euforia. Él comenzó a darle pequeños besos por el cuello haciendo que ella soltara un leve gemido, se detuvo en su clavícula descubierta y la besó profundamente.
—Loki, ahora no, debemos ir a cenar o vendrán a buscarnos. —Él se quejó aún con sus labios presionando la piel de Sigyn.
—¿De verdad quieres ir a cenar? —Preguntó y la miró suplicante.
—No realmente, pero no quiero que alguien nos interrumpa porque no aparecimos. Debo cambiarme, te veo en el comedor —dijo dándole un beso corto en los labios y lo sacó de su habitación.
—¿Entonces ya confías en mí? —La miró divertido.
—Ya veremos. —La diosa sonrió de lado y alzó la cabeza.
—Te estaré esperando en el comedor —dijo con una pícara sonrisa y se fue.
Ella cerró la puerta y soltó un suspiro, después fue a tomar un baño corto, al salir se colocó un vestido verde esmeralda, se miró en el espejo de su habitación y sonrió ampliamente.
—Soy demasiado buena y no puedo estar enojada con él, pero definitivamente no va a ser fácil —dijo. Negó con la cabeza y salió hacia el comedor.
Sigyn entró al comedor, tomó asiento en su lugar de siempre, a un lado de Sif y frente a Loki, durante toda la cena ambos se lanzaron miradas y esbozaron pequeñas sonrisas.
—Al parecer ya le hablas a Loki —le dijo Thor metiéndose un trozo de carne a la boca.
—¿Por qué lo dices? —Preguntó ella, él se pasó el bocado.
