Capítulo 22

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El baile llegó más rápido de lo que imaginaba, Emma me obligó a acompañarla a buscar todo lo que "necesitábamos", jamás pasó por mi mente que fuera tanto. Desde vestido, zapatos y accesorios, nuestro departamento era un caos, había tantas personas que eran completos extraños y ni entendía por qué estaban ahí. Faltaban cinco horas para el baile, mi mejor amiga estaba estresada y yo trataba de distraerla y mantenerla ocupada para que no descubriera lo que Adrián y yo habíamos planeado hace días.

Nuestro plan era simple, había quedado con él en que no sé cómo lo haría, pero los uniría para que ambos bailaran y cuando se quitarán el antifaz a medianoche y que vieran que el destino los juntó (el destino era yo obviamente) y que estaban destinados a estar juntos, él le pediría que fueran pareja. Él me aseguró que se encargaría del resto y me prometió que sería algo muy romántico, como mi mejor amiga siempre lo había soñado.

—La comida está por llegar—me avisó Emma mientras le hacían la pedicura y la manicura a la vez.

Habíamos dejado todo para el último momento, pero eso sería una ventaja para que Emma no sospechara nada, tendría su cabeza en otras cosas menos en Adrián. Me levanté en cuanto la chica que me arreglaba las uñas había terminado. Llevábamos todo el día en esto, era tan cansado. Emma había hecho que me levantara, apenas el sol salió. Como era nuestro primer baile, ella estaba histérica y paranoica, quería todo perfecto, porque según esto definiría nuestra vida social en la universidad.

Fui a la puerta para recibir la comida, moría de hambre, no entendía cómo Emma podía andar como si nada con el estómago vacio. Le pagué al chico y le entregué a mi amiga lo que ella había pedido, no le prestó atención, se la pasaba viendo las historias de Instagram de personas que se preparaban para el baile. Comencé a devorar mi comida. La persona que mi mejor amiga había contratado solo me dio diez minutos para comer, para después continuar con mi peinado y maquillaje. Según ella, teníamos el tiempo contado.

Me coloqué junto a Emma cuando terminé, a ella ya la comenzaban a maquillarla y peinarla todo al mismo tiempo, como cinco personas la rodeaban.

—¿Cómo va todo con Aarón?

—Bien, supongo.

—¿Cómo qué supones? ¿Irán al baile juntos?—no dije nada, ella entendió mi silencio—¿No será así, cierto?

—No.

—¿Por qué? Supe que te hicieron muchas propuestas, ¿ninguna fue de Aarón? —negué—. Tal vez espera el momento correcto—. Trató de animarme. — Será muy romántico si te encuentra entre todas las personas, aunque será muy fácil hacerlo—lo decía por mi cabello.

Adrián tenía algo a su favor ya, a Emma le parecía romántico nuestra idea, ella estaría fascinada cuando pasara—¿Y con Adrián? — Era mi momento de preguntar.

—¿Adrián? —Apartó la mirada, había algo que no me estaba diciendo.

—¿Ha pasado algo? — elevé las cejas. Y su cara transmitió culpa.

—Aún no te he contado—era extraño conversar con todas las personas que estaban ahí, traté de imaginar lo contrario, como si hubieran desaparecido.

—¿Qué no me has contado? — Me encantaba cuando nos poníamos al corriente de la vida de la otra, hacía mucho que no pasábamos tiempo juntas.

—El otro día, estuvimos a punto de besarnos—para nada estaba emocionada.

Fruncí el ceño. ¿Aún no lo habían hecho? —¿Y luego?

—No sucedió.

—¿Por qué?

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