Capítulo 20

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Quería beber más, me importaba muy poco lo que el desconocido me dijo, ¿qué podía hacer? ¿Evitarlo? Por eso mismo le hablé a un camarero y pedí todo lo que estaba en el menú. Entre todas las personas que había ahí, vi resaltar a Oliver. Levanté mi mano y la agité para que me viera—¡Olivercito! —grité y caminé hacia él, me tuve que sostener, porque si no iba a tropezar—¿Dónde estabas? Te extrañé—él pasó su brazo por mis hombros.

—Te estaba buscando, ¿a dónde fuiste?

—Con un amigo, me gustaría presentártelo, pero ya se fue—solté una risa—. Le gusta hacerse el misterioso.

—¿Lo conociste aquí?

—No—recordé cuando él me llamó por primera vez—. Una vez me llamó a mi teléfono y le contesté —. Lo miré—. Yo creo que te agradaría.

Me ayudó a sentarme cuando llegamos, en la mesa había de todo tipo de botellas—¿Qué es esto? —le preguntó al chico que había traído las cosas.

—Yo lo ordené—me adelanté a decir—muchas gracias—el mesero se fue.

—Hayley...

—Ven—, le hice un gesto con la mano.

—Lo mejor sería irnos ya.

—¡No! — grité. — Quedémonos un rato más, por favor.

—No sabes lo que dices.

—Si lo sé, ven, siéntate —si más lo hizo a mi lado. Le di un vaso y muy torpemente le serví. Brindamos y justamente después de tomarlo escuché:

—¿Hayley? — Tuve que abrir bien los ojos para ver que era Emma; ella me tomó del rostro con ambas manos.

—¿Estás bien? —aplastaba mis mejillas—no pareces bien, ¿qué le hiciste? —le reclamó a Oliver.

La aparté—no le grites, él no me hizo nada.

—¿Te estás poniendo de su lado? — Otra figura alta apareció—¿Qué le hiciste a mi Hayley?

La persona alta se acercó a Oliver y lo tomó del cuello de la camisa—¿La emborrachaste? — Hasta yo me sobresalté por su voz.

—¿Qué haces aquí? —le pregunté a Lucas—. Suéltalo.

—No te metas—me advirtió. Lo empujé alejándolo de Oliver.

—El que no debería meterse, eres tú—Lo apunté con mi dedo—. Deja a mi amigo en paz.

—¿Acaba de llamarlo amigo? — Vi a otras personas: Peter, este se lo había preguntado a los que estaban a su lado: Thomas y Adrián. Los miré confundida, ¿qué hacían ahí?

—Hayley, vamos a nuestro departamento— Emma me hablaba en un tono calmado como para que entendiera.

—No quiero irme, ¿por qué no lo entienden? — Ya estaba harta de que solo me dieran órdenes.

—Hayley—habló Tom—. Emma solo lo dice por tu bien.

—¿Por mi bien? Solo quiere arruinar la diversión—me crucé de brazos.

—Deja de decir tonterías—mencionó Lucas tomándome tratando de llevarme con él.

—¡No, suéltame! — traté de zafarme— No son tonterías y no eres nadie para...

—Hayley, deja de comportarte como una niña—me regañó.

—¿Una niña? Tú eres el niño—me defendí.

—Ya es suficiente—me dijo en un tono firme—. Vendrás conmigo, quieras o no.

—No iré con...—me levanta y me echa a sus hombros.

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