Capítulo 25

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El sol comenzaba a aparecer, algunos rayos entraban por la ventana. Giré un poco mi cabeza para mirar a Aarón, quien dormía pacíficamente a mi lado. Su sexi abdomen marcado era lo único que se miraba, porque la sábana cubría el resto. Cuidadosamente, quité su brazo que se aferraba a mi cintura como para que no pudiera escapar; aparté, la sábana que cubría mi cuerpo no llevaba nada puesto, así que fui directo a la regadera.

El agua tibia cayó sobre mí, me tomé mi tiempo antes de cerrar el grifo. Cepillé mis dientes frente al espejo y luego me encargué de mi cabello. Aarón se había encargado de traer y comprar las cosas básicas que necesitaba para que estuviera cómoda en su habitación. Sí, había pasado mucho tiempo con él, desde que me pidió que fuera su novia. Él quería estar conmigo siempre, antes de que me fuera a la competencia, lo cual sería pronto. El sexo era maravilloso, pero además de eso cada día me sorprendía con detalles que me alegraban.

Decidí ponerme una camiseta de él, era lo suficientemente holgada para cubrir mis muslos, casi me llegaba a las rodillas. Estábamos en su departamento y cómo moría de hambre decidí ir a la cocina. Coloqué dos rebanadas de pan en la tostadora y, mientras esperaba, comencé a comer la Nutella que había encontrado. Llevaba otra cucharada a la boca, me sobresalte cuando escuché una voz:

—A todas las personas que imaginé encontrarme, tú eras la última— era Oliver.

—Hola—lo saludo con la mano con vergüenza, ya que la única prenda que llevaba era la camiseta de su hermano—. También me alegro de verte, Oliver.

Su mirada bajó a la camiseta e hizo una mueca de desagrado—¿Ahora debería llamarte cuñada o algo parecido?

—No tienes que hacer eso— me giré para sacar el pan. La tensión estaba algo rara, Aarón me había comentado que estaríamos solos, por eso me tomó por desprevenida encontrármelo—¿Quieres uno? —le ofrecí con una sonrisa para demostrarle que nada había cambiado entre nosotros.

Asintió y se sentó en la silla que estaba junto a la mesa—la competencia será pronto, ¿no?

—Sí—en verdad estaba emocionada—¿Mermelada o Nutella?

—mermelada.

—Buena elección—le unte al pan y luego se lo entregué. Me senté frente a él. —¿Estarás ocupado más tarde?

—¿Por qué?

—Hoy tendré un entrenamiento, bueno, es de los últimos antes de ir a la competencia—me miraba con atención mientras le hablaba—me preguntaba si quisieras ir, los demás integrantes también llevarán inv...

Parecía entender lo que le decía—claro.

—¿Iras?

—No me lo perdería por nada.

—Estaba pensando—jugué con el pan—que podríamos salir.

—¿Salir?

—Sí, ir por un trago—me lo había pasado muy bien con él.

—Pensé que yo era la mala influencia—reí mientras le daba un mordisco a mi pan. Él sonríe y acercó su dedo pulgar a la comisura de mis labios y limpió con cuidado, lo que supuse que era mermelada.

—Gracias— tomé una servilleta para limpiar algunas migajas de mi boca— podríamos ir al club de Owen antes de que me vaya a Corea y esta vez asegúrate de no subir nada a tu Instagram para que no puedan encontrarnos.

Lo hice reír—¿O podríamos ir a otro lugar...?

—¿A qué lugar? — Aarón llegó y su hermano cambió su actitud.

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