Mila fue a buscar a Seokjin, se dirigió al lugar donde lo había visto antes, pero no lo encontraba.
Se sentó en una de las mesas, apoyó su cabeza en la parte del respaldo del sillón y suspiró, ¿por qué la había ignorado antes? ¿será que la estaba evitando o eran solo imaginaciones de ella?
Cerró los ojos por unos segundos hasta que sintió cerca de ella una risa que podría distinguir a kilómetros de distancia.
- ¿Jin? - Se levantó de su asiento, y pudo notar que detrás de ella, en la mesa en conjunto, estaba Jin, rodeado de amigos de Namjoon.
Jin, apenas notó su presencia, dejó de reír, agudizó un poco su garganta y bebió un sorbo de su trago.
- N-no quise interrumpirlos – se disculpó, llamando la atención de todos los presentes.
- Para nada, siéntate con nosotros, una amiga de Namjoon, también es amiga nuestra – dijo uno de los chicos sentados en la mesa, el cual le sonrió amablemente, dándole un espacio a Mila para que se sentara junto a ellos.
- Oh, gracias – dijo ante su ofrecimiento – Pero realmente quisiera hablar con Jin unos minutos
- ¿Qué pasa? – bromeó otro de los amigos - ¿Acaso es tu novia, Seokjin? – todos rieron en la mesa, menos Jin y Mila, quienes parecieron estar incómodos ante la pregunta.
- No – respondió este rápidamente sin siquiera mirar a Mila – Mila es novia de alguien más – Mila sintió cómo esa respuesta le atravesaba el pecho, quería terminar esto pronto.
- Es cierto ¿la tuya es aquella rubia pequeña que andaba bailando por ahí, o no? – preguntó otro.
La tensión en el ambiente se notó, por lo que los demás rieron tímidamente esperando que las cosas se calmaran.
- Jin...
- Ya vuelvo, chicos – Seokjin se levantó de su asiento y caminó junto a Mila al lado de la barra, pese a tenerla cerca, le dolía estar ante su presencia.
Ninguno decía nada, Jin miraba el piso esperando que Mila le dijera algo, pero esta, al tenerlo enfrente, no podía evitar estar nerviosa, además no podía dejar de pensar en porqué Jin no respondió la pregunta que le hicieron los amigos de Nam, sabía que no iba a poder soportar si ello era real, no quería saberlo.
- Pensé que no ibas a venir... - dijo Jin, rompiendo el hielo.
- Yo... hasta último minuto no sabía si iba a poder estar aquí
- Pues... me alegra que estés aquí – Jin le sonrió tímidamente.
Verla sin duda era algo que le alegraba, pero sabía que no debería estar cerca de ella, que le hacía daño, pero no podía evitarlo...
– Tengo que irme – miró nuevamente el suelo, ya no podía ocultarlo, le dolía tenerla cerca, sabía que, dentro de todo, ella no le correspondía, y de solo pensarlo hacía que le doliera el cuerpo.
- Pero- Mila lo miró extrañada, ¿realmente la estaba evitando? – Jin... necesito hablar contigo, es urgente
- No creo que sea necesario, Mila – Jin le dio la espalda, ya no lo soportaba más, toda la situación lo estaba matando.
- ¿A qué te refieres?
- ¡Mila! – Namjoon se interpuso entre ellos y abrazó a Mila – ¿Qué haces aquí? Wooyoung me dijo que no iban a poder venir – Wooyoung... claramente él sabía sobre el cumpleaños de Namjoon y no se lo iba a mencionar, Mila se enteró por sí misma sobre esto.
Jin, apenas escuchó aquel nombre, se fue del lugar sin que ellos lo notaran. Ya toda esta situación lo estaba superando.
A lo lejos, su amiga Chaeyoung vio la escena y divisó cómo Jin se alejaba del lugar.
Ya no lo iba a tolerar de nuevo, se dirigió donde estaba Mila y Namjoon.
- Mila – Apareció de repente delante de ambos.
- Oh Chae, ¿cómo lo estás pasando? – Preguntó Nam al ver a la rubia aparecer.
- Muy bien, gracias – respondió sin apartar la vista de encima de Mila - ¿Nos puedes dejar un minuto a solas, por favor?
- S-sí, claro
- Chae, estaba esperando conversar con Jin, yo-
- Pues ¿dónde está? No lo veo – Tenía razón, Jin se había marchado sin que Mila lo notara.
- Nos vemos luego, chicas – Namjoon se alejó del lugar algo preocupado, pero sabía que él no podía entrometerse en esa situación.
- Chaeyoung ¿qué ocu-
- Basta – interrumpió – No sé qué es lo que pretendes hacer o no, pero de verdad, te pido, no, TE RUEGO que dejes en paz a Jin
Las palabras de Chaeyoung fueron cuchillas para Mila, ¿qué estaba intentando hacer?
- ¿Dejarlo en paz?
- Sí , dejarlo en paz, ¿o te parece poco todo esto?
- ¿De qué demonios estás hablando?
- ¿ME ESTÁS TOMANDO EL PELO? – aquello hizo que Mila abriera los ojos de par en par, no se esperaba esa reacción de Chaeyoung – No se han hablado en semanas, ¿crees que Jin lo ha pasado muy bien? Tu novio es un imbécil, ¡cada vez que puede lo insulta!
- ¿QUÉ?
- AY ¡POR FAVOR! ¡No te hagas la que no sabes! – suspiró – Jin realmente quiere alejarse de ti, ¿por qué se lo haces tan difícil? – Mila no podía creer lo que escuchaba, ¿de verdad Wooyoung le decía cosas a sus espaldas? ¿Jin lo estaba pasando tan mal por culpa de ella?
- Somos amigos...
- ¡NO LO SON! – Mila sintió cómo las lágrimas querían empezar a salir - ¿qué clase de amigo te deja de hablar de un momento a otro? ¿le has preguntado cómo ha estado? ¿qué ha hecho? O incluso ¿qué comió ayer? – Mila no decía nada, todo lo que decía Chaeyoung la tenía muda – claro que no – bufó – Él a ti no te interesa
- ¡ESO NO ES CIERTO!
- Tu actuar demuestra lo contrario – se cruzó de brazos – realmente pensé que eras una buena chica, que él te había elegido de amiga por algo, pero todo lo que ha pasado últimamente solo me ha demostrado que tú y Wooyoung se merecen.
Mila no lo soportó más, se fue corriendo al baño, sentía que, dentro de todo, Chaeyoung tenía razón respecto a Jin.
Pensó que estaba haciendo las cosas bien, que el alejarse de él en estos momentos había sido lo mejor para que este no saliera lastimado, ¡POR DIOS! ¿Qué estaba haciendo? ¿realmente cuando lo veía en la universidad deseaba salir corriendo a sus brazos, contarle todo lo que estaba pasando, pero el miedo la paralizaba. Sabía que Wooyoung haría lo que fuera para dañarlos a ambos. Y no quería.
Se sintió una cobarde. Como siempre.
Siempre lo había sido.
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Awake / Jin y tú
Romance¿Por qué le tememos tanto al rechazo? Pueden haber miles de motivos para no querer pasar los límites de la amistad, pero de lo único que había certeza, es que ambos eran unos cobardes. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar, si una tercera persona lle...