Yoongi sabía que no podía entrometerse en la relación de sus amigos, y aunque temía por Seokjin, confiaba en que por lo menos pudieran aclarar sus asuntos. Si algo llegase a salir mal, estaba seguro que su amigo lo contactaría.
Se dirigió a la tienda de conveniencia más cercana y se sirvió un ramen mientras pensaba en todo lo ocurrido.
Para él era difícil todo lo que había pasado con Wooyoung, siempre supo que algo no andaba bien con él, pero nunca llegó a imaginar que llegaría a tal extremo.
Se sintió impotente, no era primera vez que su amiga pasaba por algo así y nuevamente le falló.
¿Qué clase de amigo era?
Después de tanto cuestionamiento, prefirió desviar sus pensamientos, no sacaba nada con replantearse estas cosas ahora, sabía que su amiga necesitaba aclarar sus cosas con Seokjin y descansar, ya tendría tiempo para hablar con ella sobre todo lo que le pasaba.
Salió de la tienda dispuesto a irse a su casa, había sido mucho por un día, sin embargo, un cartel giratorio rojo, azul y blanco se iluminó por completo frente a él.
"Tengo una idea" - Se dijo a sí mismo mientras entraba por la puerta del local.
–
Habían sido días difíciles, pero este en especial había sido uno de los más largos.
La resaca se había pronunciado temprano esa mañana, ni siquiera recordaba cómo había llegado a su casa, pero sí tenía bien presente los recuerdos del cumpleaños de Namjoon.
Pese al dolor de cabeza, el dolor que sentía en el pecho era indiscutiblemente peor, hubiera preferido retroceder el tiempo a que todo terminara a como estaba ahora, el hecho de extrañar de esa manera a la persona que amaba, era algo que Jimin ya no estaba soportando.
La noche anterior había sido un sube y baja para él, había reído, gritado, discutido y besado, y todo con Yoongi...
Y por si fuera poco, se había emborrachado contándole sus penas de amor a Jin.
Prefirió dormir durante todo el día, ni siquiera había querido mirar su celular, por lo que estaba totalmente aislado de la realidad, hasta que el reloj dio las 20 horas y decidió salir de la cama.
Le crujía la tripa y tenía el rostro hinchado de tanto llorar.
Luego de darse una ducha, se dirigió a la cocina para encender la tetera, tenía que alimentarse y beber algo, no quería seguir desanimado, necesitaba distraerse después de tanto, ya se le ocurriría qué hacer.
Un ruido hizo que diera un salto repentino, no se lo esperaba, era el timbre de su casa.
¿Quién tocaba a estas horas?
Fue un poco molesto a la puerta, pensaba que podría ser su conserje, quien siempre se equivocaba y le tocaba la puerta para entregarle un paquete que era de otro vecino.
– Si el paquete no es para mí otra vez, juro qu-
No alcanzó a decir nada más mientras abría la puerta, la persona que tenía enfrente no era el conserje de su departamento, sino más bien quien le había mantenido la mente hecha un lío todo el día.
– Yoon... - dijo algo tímido con la mirada perdida ¿Qué estaba haciendo allí y a esas horas de la noche?
– Jimin - Le sonrió esperando recibir respuesta de su parte, sin embargo, el contrario, como si fuera por inercia, intentó cerrar la puerta de golpe - ¡ESPERA! - dijo sosteniendo la puerta antes de que fuera cerrada, forcejeando con Jimin - ¡Necesitamos hablar, Jiminnie! Por favor ¡Déjame entrar!
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Awake / Jin y tú
Romance¿Por qué le tememos tanto al rechazo? Pueden haber miles de motivos para no querer pasar los límites de la amistad, pero de lo único que había certeza, es que ambos eran unos cobardes. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar, si una tercera persona lle...