RUBÍ
—¿Cómo dices que dijiste?— exclamamos el rubio y yo mientras seguíamos mirando a mi padre asombrados.
Había venido, además del trabajo, para tirarle en la cara a Leonardo su juguete, pero hubo un pequeño gran cambio de planes. El socio de mi padre y yo nos encontramos en el estacionamiento, y justo cuando quería decirle hasta de lo que iba a morir, apareció Flor diciendo que mi papá nos quería a ambos en su oficina para decirnos algo de asunto serio. No preguntamos nada y solo subimos por el ascensor de jefes hasta su oficina.
Resulta que los alemanes hicieron su acuerdo tan exitoso con él, que quieren a mi padre en su ciudad para dar una celebración a la primera fiesta de la primera agencia "Volter motors" en Alemania. Y para eso mi padre se ausentará por unos días y tengo que seguir con la propuesta de su mejor amigo y ahora ser la jefa interina de la empresa.
—Es solo unos días, cariño— habló mi padre —No me iré para siempre.
—Pero es una gran responsabilidad, pa'— respondí algo nerviosa. Digo, podía dejarme a cargo de áreas en especifico y todo estaría bien, pero hablar de la empresa, eso ya es asunto serio.
—Mi amor— dijo mi progenitor mientras me acariciaba la mejilla —Eres más inteligente que yo en esto, estoy seguro que tu te harás cargo de todo mientras no este aquí.
—¿Y si tengo alguna duda?
—Leonardo te ayudará— bufé y me dirigí al mini bar para tomar una copa del vodka favorito de mi papá. Otro punto era que mi padre tenía un buen gusto para los tragos, en veces tenia gustos específicos, pero por lo general tenía muchos que le gustaban a la gente.
Tomé el vaso de vidrio más cercano y me serví un cuarto del líquido de la botella. Me lo tomé de una y me quemaba la garganta, pero logre aguantarlo.
—Cálmate Rubí— exclamó mi padre al verme así —Se que estas algo nerviosa, pero créeme que lo harás excelente. Yo creo en ti.
—Lo sé— expliqué —Pero es una decisión precipitada. Además, en cierto punto, dejas a tu amigo llevar un trato conmigo, y a mi a cargo de la empresa.
Estaba casi a punto de colapsar. Trabajar con Leonardo después de lo que sucedió con lo del beso, solo me pone los cabellos de punta. Y si le sumamos el hecho de que me envió un consolador en la noche, sabrá Dios si termina vivo hasta que llegue mi padre. Puedo tomarme las cosas laborales, si, pero tampoco se cuanto tiempo pueda soportar trabajar con este hombre.
—Entiende a tu hija, Jackson— respondió el rubio —Que digas esto de la noche a la mañana si nos deja algo extraños.
—Sabes que no puedo desaprovechar esta oportunidad— dijo mi padre con su mejor amigo —Pero se que ambos llevarán todo bien.
—Yo ayudaré a Rubí con la empresa— respondió el italiano como si nada y me le quedé observando con cara de asombro.
—¿Estas seguro?— intervino mi progenitor y los observé a ambos —Sabes lo importante que es llevar toda una empresa y que no se trata de ningún juego.
—Exactamente— respondió —Dejarlo todo a una sola persona es mucha presión, y ahora no tengo mucho que hacer. Mis empresas están bien en Italia con mi equipo, no sería nada ayudar a la hija de mi mejor amigo con esto.
Estuve a punto de decir de lo que se iba a morir ese maldito cuando le llegó una llamada a mi padre.
—¿Bueno?— habló —Señor Wöher, claro, ya todo esta listo. Ya estoy en camino al aeropuerto. Nos vemos en un momento.
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El mejor amigo de mi padre
Teen FictionUna salida de amigos. Un bar. Y una noche de lujuria desenfrenada. Fue todo lo que ambos necesitaron para que la que vida sellaran sus destinos. Rubí pensaba en nadamás que pasarla bien en un bar y ver que le deparaba la noche, pero no se imaginó q...