CAPITULO 36

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RUBÍ

Días después

Sentí a alguien acariciar mi cabello, yo seguía entre sueños pero claro que sabía quien era el único que me despertaba así, además empecé a recibir unos besos en mi mejilla.

—Unos cinco minutos más— dije sin abrir los ojos.

—La cumpleañera debe de disfrutar desde temprano su día especial— respondió mi hombre y luego abrí los ojos poco a poco. Una vez despierta, pude ver un ramo gigante de rosas rojas al otro extremo de la cama, junto con unas bolsas de marcas como Chanel, Louis Vuitton, Versage y Dior.

—Buon compleanno, piccola. Ti amo— dijo y me dió un beso tierno en los labios.

—Lo único que necesito en este cumpleaños son tú y nuestros hijos.

—Te mereces todo lo mejor de este mundo, amore. Y las sorpresas apenas empiezan.

Se levantó y atrajó una bandeja con el desayuno. Había varios platos, como granola con yogurt y frutos rojos, un omellete con espinacas y un jugo de naranja.

—Se ve delicioso— respondí.

—Me levanté más temprano para hacerlo, quería que empezarás bien el día. Además, pasaremos el día fuera, tengo algunos planes.

Hace unos días que dimos a conocer nuestra relación, la gente vaya que se sorprendió y fuimos el tema del fin de semana y aún lo seguimos siendo, algunos daban sus comentarios de veneno, pero cuando publicamos una foto en nuestras redes personales, nos decían que nos veíamos muy lindos. Claro, también pidieron entrevistas a mi padre para preguntar su opinión y solo dijo que nos apoyaba y si yo soy feliz, él también lo es.

—¿Así que harás que pase un buen cumpleaños?

—El primer cumpleaños juntos, piccola. Pero ahora, solo quiero que disfrutes y seas la consentida.

—Pero si tu siempre me consientes— dije observándolo toda enamorada.

—Solo que hoy será al triple por tu cumpleaños. Te mereces todo lo bueno de este mundo y yo te lo daré.

Seguí desayunando hasta que terminé y mi hombre me llevó abrazada hasta la bañera para un baño y darme un masaje. Me dejé llevar y me estaba relajando.

—Amore, ¿lo disfrutas?

—Das muy buenos masajes, amore mio— dije mientras me volteaba y le daba un beso en sus labios.

—Y espera a que veas lo que escogí para que estrenes hoy.

Dijo y luego nos salimos para secarnos y vestirnos. En la bolsa de Chanel había diversos vestidos, pero elegí uno rosa pastel de escote recto, pegado al cuerpo, de largo me llegaba a los tobillos. Su color era hermoso, pero los detalles de flores con transparencia lo hacía resaltar y verse más hermoso. Además, en la bolsa de Versage había tacones y elegí unos plateados, por ahora no tenía mareos y podía usarlos, pero después usaría tenis o sandalias para no lastimarme ni a mi ni a mis hijos.

En cuanto a joyería, me coloqué un collar con la R de mi nombre, también había anillos, aretes, pulseras de las más recientes colecciones y otros personalizados. Y en la bolsa de Dior, me compró muchísimo maquillaje, como labiales, rubor, base, de todo lo que me gusta.

—Que hermosa es mi mujer— dijo Leonardo mientras me observaba en el espejo.

—Tú no te quedas atrás— dije mientras lo observaba.

Se había puesto una camisa blanca, un pantalón negro y unos zapatos del mismo color. Además, verlo en traje me gusta, pero en ropa casual es un manjar para los ojos.

El mejor amigo de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora