Capítulo 28:

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ROSE RIVERS





🔮🔮🔮

La luna desciende en lo alto y el frío navideño cala mis huesos. Llevo un minivestido rosa satinado de tirantes y unas zapatillas plateadas. Hacía mucho tiempo que no me arreglaba tan bien para mi cumpleaños. Un año no quería celebrarlo, en otro salía con mi madre y mi tía a una pizzería o a un restaurante, pero por ratos no me sentía lo suficiente cómoda.

En esta ocasión, hay algo diferente, un poco más de motivación para disfrutarme la vida en todos sus colores. Quizás porque he aprendido a aceptar lo que no puedo cambiar, o tal vez porque quiero honrar la fortaleza de mi padre, que siempre me decía que la vida era un regalo, incluso en los momentos más oscuros.

Cuando entramos en la cabaña campestre con vista al mar, me quedo anonadada. Hay girasoles en el suelo, que trazan un camino hacia una mesa al fondo. Globos rosas y lilas cuelgan del techo. Dos lámparas de mimbre flotan de extremo a extremo.

Khai se acerca a mí con un pastel con una vela bengala chispeante, Sun me lanza confeti y Hanna graba. La calidez de sus sinceras sonrisas, felicitaciones y abrazos disipan el frío.

—Vamos cariño, pide un deseo —dice  mamá al tiempo que da un sonoro beso en mi mejilla.

Cierro los ojos y deseo en silencio: «Que papá pueda recuperarse y salga de prisión».

No se cuánto tiempo pasa, pero la vela ya se ha apagado. Lagrimeo y mamá me ofrece su hombro. Esta noche es preciosa y a la vez nostálgica.

—Estoy demasiado orgullosa de ti —Me agarra de las manos, mirándome de frente—. Eres toda una mujer hecha y derecha.

—Gracias, mamá.

Me giro para mirar a los chicos y también agradecerles por esta grata sorpresa. Mi voz es un finísimo hilo y vuelvo a llorar. Khai esta vez es quien me sostiene y hundo mi cara en su cuello. Su perfume tiene un toque mentolado que refresca mis sentidos, como una brisa fresca en verano.

—Feliz cumpleaños, preciosa. Estás más radiante que nunca —expresa con un tono sosegado—. Espero que este sea uno de muchos que celebraremos juntos.

—Que así sea —me separo y hago un tierno puchero.

—¡Feliz! ¡Feliz cumpleaños! —Hanna y Sun canturrean mientras abren los brazos para abrazarme.

....

Azares del destino [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora