Sé paciente conmigo, cariño. Yo era todavía una niña, no había tenido la oportunidad de percibir el mundo a mi alrededor. No tenía tiempo de elegir lo que elegía hacer.
Easy on me, Adele.
ROSE RIVERS
Observo al oficial Abidin sentado en el sofá frente a la mesa ratona, revisando con precisión los dispositivos policiales que ha desplegado.Mi padre contrató seguridad privada porque la policía no ha dado suficiente apoyo. Dicen que no hay motivos para temer porque los presuntos culpables están bajo custodia, pero sabemos que el verdadero autor intelectual sigue libre. No hay pruebas suficientes que lo incriminen, y mientras tanto, reforzamos la seguridad: pestillos en la puerta, barrotes en las ventanas y cámaras de vigilancia en las afueras de la casa.
Una patrulla policial pasa de vez en cuando durante la noche, pero no podemos contar con mucho más. La casa se ha convertido en un refugio fortificado, pero la sensación de estar a salvo se ha desvanecido.
—Buenas noches —lo saludo, dejando una bandeja con la cena que mamá preparó.
—Buenas noches —responde sin despegar la vista de su trabajo, su tono impersonal y distante. Ya estoy acostumbrada; Abidin es un hombre de pocas palabras, su atención siempre en lo que le compete.
Papá se acerca y me rodea con un brazo, como si quisiera protegerme de todo lo que no puede controlar.
—Esme, Abidin quiere darte unas indicaciones.
—Lo escucho.
—Tus padres me dijeron que irás a la escuela mañana y están preocupados por tu seguridad —dice, mostrándome un pequeño reloj—. Este dispositivo es perfecto para ayudarte.
—Es uno de esos relojes con botón de pánico, ¿verdad? —pregunto, mientras lo ajusta en mi muñeca—. Lo he visto en series policiacas.
—Exacto, presionas el botón lateral y envía una señal de emergencia. Parece un reloj común, así que nadie lo notará.
Mientras me explica las medidas de seguridad, mi mente se desvía hacia mis padres. Me preocupa más su bienestar que el mío; la idea de que algo pueda pasarles cuando no esté cerca me aterra.
«¿Así estaremos siempre?», me pregunto, pero no digo nada. Lanzo un suspiro involuntario.
—Sé que esto es muy difícil para ti, pero créeme, pronto todo terminará, princesa. La policía y los fiscales están trabajando. Ya han avanzado —me dice papá, tratando de infundirme confianza.
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Azares del destino [Editando]
Teen FictionSon destinos que quizá no debieron estar destinados, caminos que al final del pavimento nunca debieron compartir la misma ruta, pero también son piezas que encajan más que un puzzle. PRIMER BORRADOR OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE.