Capítulo 54: Juegos del destino

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KHAI OLIVETTI

Clavo mi lápiz en la hoja en blanco y me quedo paralizado mientras los recuerdos de la semana que ha pasado corren sin tregua: el debate de literatura, la tensión entre Rose y yo, el deseo de besarla, el arresto de mi abuelo... eso último. Reacciono cuando escucho el sonido de la punta del lápiz rompiéndose.

Coloco una mano en el pecho. Los latidos de mi corazón golpean con fuerza contra mis costillas. El aire se me va.

Me toma de la manos. Sus dedos cálidos trazan círculos suaves sobre mi palma.

..

Las sillas están ordenadas en hileras frente a un escenario despejado. Sobre este, una mesa redonda sostiene todos los elementos necesarios para la organización del evento: lápices afilados, folletos para ser resueltos, una tableta lista para registrar puntuaciones y una botella de agua para mantenernos hidratados. Oficialmente, estoy aquí, a punto de experimentar el momento que tanto soñé. Sin embargo, me siento desorientado entre las múltiples caras en el salón de acto. Y, por primera vez en mi vida, dudo de mi capacidad de lograr algo. De hecho, en este instante, la victoria ya no es mi prioridad.

-¡Buena suerte! -Mi hermanita toma mi barbilla entre sus manos, me sonríe y me da un beso-. Estoy segura de que llegarás lejos, eres mi orgullo.

Su fortaleza es impresionante, y eso me alienta mucho más. El hecho de que esté aquí, incluso cuando su cuerpo y su mente la llaman para descansar, me hace comprender lo valiosa que es nuestra hermandad.

-Eres la mejor hermana del mundo. -Le pellizco la mejilla-. Te amo mucho.

-Te amo más.

La despido con un beso y subo al punto donde se llevará a cabo la competencia. Una vez sentado en la silla de metal designada con mi nombre en la parte frontal, diviso a Ros entre el público en la tercera fila, sonriendo. Leo sus labios mientras me desea suerte.

-¿Listo? -pregunta Románg y ocupa el asiento que queda libre a mi lado.

-Listo.

Sin rodeos, los organizadores de la competencia hacen una breve presentación y explican la dinámica del evento: la primera fase consiste en resolver ejercicios en un cuadernillo, mientras que la segunda implica responder preguntas con un límite de tiempo de dos minutos, las cuales se proyectarán en una pantalla.

El tiempo transcurre con fluidez y cada uno está inmerso en sus propias actividades. Por ratos me siento fuerte y capaz de dominar mis pensamientos, pero en otros las emociones me llevan a pensar de manera diferente y pierdo el control. Me resulta difícil concentrarme. Confieso que sin mi compañero de equipo, esto sería aún más difícil, ya que me brinda un impulso adicional.

«Quiero que esto termine, regresar a casa y descansar».

El organizador anuncia un breve receso de cinco minutos y aprovecho para ir al baño para descansar del murmullo. Al mirarme en el espejo, veo mi rostro cansado. Mis manos aprietan el lavamanos con fuerza, mis nudillos se vuelven blancos. Exhalo, recojo agua con ambas manos y me refresco el rostro. Intento apartar los recuerdos y me concentro en el sonido del agua.

Dejo escapar un gruñido.

-Khai, se acabó el descanso. El maestro me envió a buscarte.

Azares del destino [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora