Capítulo 25

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Ye Jingxuan miró a la niña, luego extendió la mano y le tocó la cara, levantando la barbilla.

Al verlo levantar repentinamente la barbilla, la niña lo miró con los ojos muy abiertos.

Ella inconscientemente extendió la mano para apartar su mano, pero él lo detuvo con una voz severa.

—¡No te muevas!

Ye Jingxuan sostuvo las mejillas de la niña con ambas manos, mirando profundamente los ojos rojos de la niña.

Cuando las yemas de los dedos ligeramente frías rozaron las cejas de la niña, se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo.

—Rojo.

¿Eh?

Ye Jingxuan dijo de nuevo.

—La nariz está roja.

La niña lo miró sin comprender.

Ye Jingxuan retiró su mano, sus ojos se posaron en la silla de manos en la academia no muy lejos.

—¿Vas a ir al Templo Jingfan a dar una vuelta?

La niña asintió.

—No tienes la edad suficiente. Si no puedes traer a tu sirvienta, no te cuidarán. ¿Padre estuvo de acuerdo?

—La hermana Huang y el Sexto Hermano también irán.

Después de que la niña respondió, Ye Jingxuan no dijo nada más.

Los dos no tenían nada de qué hablar de nuevo.

La niña se quedó allí, vergonzosamente, tomándose las manitas, y después de pensarlo con su cabecita, finalmente encontró un tema.

—Hermano mayor imperial, ¿por qué no la trajiste hoy?

—Voy saliendo del palacio hoy para hacer algo, no deberías llevártela contigo.

—Está bien.

—Puedo dejar que lo abraces cuando regreses.

Al escuchar esto, los ojos de la niña se iluminaron involuntariamente.

—¿E-Es realmente posible?

Una vez que ella no se había ofrecido a acariciar a su gato, él ya estaba un poco enojado.

—De verdad.- Ye Jingxuan extendió la mano y frotó la cabeza de la niña.
—Ten cuidado en el camino, no seas demasiado juguetona cuando vayas al Templo Jingfan.

—Hermano imperial, Qiqi se irá primero.

Ella llamó a otras personas Segundo Hermano y Sexto Hermano, y a él lo llamó Hermano Mayor Imperial. La niña no se sintió aliviada hasta que llegó a la silla de manos.

Inconscientemente giró la cabeza y miró hacia el lugar donde los dos estaban parados antes, y no había nadie allí.

—Huh.- La niña dejó escapar un suspiro y se palmeó el pecho con su pequeña mano.

De repente tuvo una sensación de supervivencia después del desastre.

—¡Bebé Qiqi!

En este momento, una voz femenina familiar vino de repente desde el interior de la silla de manos, casi haciendo que la niña salte de miedo.     Ye Yunshang miró los ojos enrojecidos de la niña y preguntó.

—Vi que te estabas quedando con el hermano Dahuang hace un momento, ¿te asustó?

La niña negó con la cabeza en estado de shock.

Renaci Cómo La Hija Del Emperador Tirano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora