— ¿Quieres que te lleve a casa? — Negué con la cabeza sonriendo hacia Niall.
— No hace falta, no me molesta caminar.
— Y a mi no me molesta llevarte. — Aseguro. — Vamonos.
Sonreí siguiendo los pasos de Niall hacia su vieja camioneta, esa cosa era una real chatarra, pero aun así jamás nos habia dejado a pie. Me subi en el asiento del copiloto mientras Niall se deslizaba en el del conductor.
— ¿Zayn? — Mire hacia Niall esperando que siguiera. — ¿Tú le debes algo al chico Payne?
— No. — Conteste confundido. — Que yo sepa no. ¿Porque?
— Porque desde que salimos del edificio no nos ha sacado la mirada de encima.
Fruncí el ceño deslizandome lo suficiente para mirar por la ventana del conductor, hacia la parte delantera del edificio. Sip, efectivamente Liam y sus amigos estaban mirando en nuestra dirección. Un escalofrío me recorrió en el momento que nuestros ojos se encontraron y llegue a ver una leve sonrisa surcar su rostro antes de que me dejara caer nuevamente en mi asiento.
— No tengo idea de porque lo hace. — Me encogí de hombros.
— Creo que tengo una leve sospecha. — Murmuro el rubio mientras encendia la camioneta y nos sacaba del estacionamiento. — Este sabado es el cumpleaños de Greg. Irás ¿Verdad?
— Supongo.
— Tienes que ir. — Me miro con una expresión sufrida. — Va a invitar a sus amigos y no conozco a nadie, te necesito allí, Zay.
— Bien, veré la forma de llegar. — Acepte con un suspiro.
— Puedo pasar a buscarte. — Ofrecio.
— Estaría bien. — Pareció pensarlo unos segundos antes de preguntar.
— ¿Debo volver a esconderme?
Voltee la cabeza hacia él pero no me miraba, su vista estaba fija en la carretera. Suspire.
— Te agradeceria que lo hicieras. — Murmure, él asintió.
— ¿Algún día me vas a contar que fue lo que pasó en realidad?
Retorcí las manos sobre mi regazo, cerrando los ojos fuertemente. Entendia perfectamente de lo que estaba hablando aun sin que lo dijera directamente. El cumpleaños de Perrie. Ella me habia invitado e insistido muchisimo para que asistiera. Estaba a punto de escaparme por la puerta trasera cuando el tío Douglas me atrapo... Falte cuatro días seguidos al instituto, Niall se preocupo y fue a verme.
Supongo que jamás creyó la excusa de mi caida por las escaleras.
— Ya te lo dije, fue un accidente. — Murmure mirando por la ventana.
— ¿La escalera tiene manos? — Gruño. — Porque tenias dedos marcados en tus brazos.
— Niall por favor...
— ¿¡Por favor, que!? — Salte en mi asiento ante su grito. — Lo siento, Zayn. No quise asustarte, solo quiero saber la verdad.
La última parte salió en un susurro, Niall parecia algo derrotado ante mi decisión de ocultar la verdad. Una lagrima silenciosa se deslizo por mi mejilla y decidi no contestar, no meteria a Niall en esto. Nadie se merecia estar en esto.
— Dejame aquí. — Murmure al ver que estabamos a una cuadra de mi casa, el rubio asintió estacionandose a la sombra de un árbol.
— En verdad siento haberte gritado. — Sus ojos azules brillaban por las lágrimas no derramadas. — ¿Estas enojado?
— Claro que no, rubio. Jamás molestaria contigo y menos sabiendo que lo haces porque te preocupas por mí.
— Siempre lo haré. Eres mi mejor amigo, mi hermano. — Le di un abrazo mientras las lagrimas se escapaban por mis mejillas, él solto un suspiro alejandose un poco para mirarme a la cara con una sonrisa tirando de sus labios. — Parecemos dos niñas lloronas.
— Tú empezaste a llorar primero. — Dije secandome el rostro mientras una sonrisa surcaba mi rostro.
— En tus sueños, Malik. — Me empujo fuera del auto. — Ahora mueve tu culo de mi auto, tengo asuntos importantes que solucionar.
— Aja. — Asentí. — Y estos asuntos... ¿Tienen algo que ver con cierta morena?
— No sé de que me hablas. Ahora bajate. — Me dio un último empujón soltando una risita. — Cuidate, Zay. Tendré el celular encendido, llamame si necesitas algo... cualquier cosa. ¿Si?
— Lo haré. — Cerre la puerta. — Cuidate, Nialler.
Con un asentimiento de cabeza me voltee dirigiendome a mi casa, a un nuevo dia en la casita del horror.