Liam.
—Esa pelicula fue... —Mis palabras se perdieron cuando vi el rostro dormido de Zayn, era casi cómica la fácilidad para dormir que tenía el chico.— Mi bebé dormilón.
Reí entre dientes ante el cursi apodo mientras alcanzaba el control remoto y apagaba el televisor. Levantandome del sofá tiré de Zayn a mis brazos y me apresuré a subir las escaleras hasta mi habitación. Acomodando mi preciosa carga entre los edredones de mi cama, me aseguré de cerrar las cortinas y apagar la luz para que nada incomodará a Zayn.
En el momento en que cerré la puerta detrás de mi el sonido del timbre hizo eco en toda la casa. Recordando haberle dado el día libre a mi nana Alice y a Ronny, el cocinero, me resigne a bajar las escaleras para abrir la puerta. Por lo general nadie venía y cuando lo hacian, mi nana se encargaba de despacharlos amablemente. No era un asocial pero tampoco me gustaba invitar gente a mi casa.
—Hola, Liam. —Harry parpadeó hacia mi en el momento que abrí la puerta.— Vinimos a ver como estaba Zayn, ¿podemos pasar?
Me mordí el interior de la mejilla para no reir ante el rizado, parecía un niño pequeño pidiendo permiso a la madre de su mejor amigo para poder ir a jugar. Con mi risa controlada, abrí la boca para contestar pero una rafaga rubia me interrumpió apareciendo donde Harry estaba de pie.
—Tú y tu educación, Rizos. —Sus ojos azules rodaron hacia arriba.— Dejanos pasar, Payne, o tirare huevos a tu casa.
—¿Dondé rayos aprendiste modales? —Harry lo empujó poniendo mala cara.
—Soy educado cuando quiero. —Resopló.— Mr. Payne, aquí presente, aun no sé merece mis modales, ahora, —Se giró hacia mi.—, muevete o te movemos, chico listo.
—Estoy empezando a creer que te criaron los lobos. —Musite mientras me movia un lado para que Bart y Milhouse pudieran entrar.— Zayn está durmiendo, ¿quieren esperar a que despierte?
—No queremos molestar. —Harry negó.— Solo saber como esta.
—Está bien, algo alterado por todo lo sucedido. —Confesé.— Supongo que le costará un tiempo aceptarlo.
—¿Sucedió algo despues de que nos fuimos? —Pregunto Niall mientras los guiaba a la sala.
—A decir verdad, si. —Me deje caer en el sofá.— Nos encontramos con su madre.
—¿Trisha? —Los ojos de Harry se abrieron tanto que pensé que caerian de su rostro.— ¿Zayn la vio? ¿Hablaron?
—No, él estaba durmiendo pero yo si hable con ella.
—¿Que te dijo? —Niall se inclinó hacia adelante, poniendo los codos sobre sus rodillas.
—Hablamos muy poco. —Me encogí de hombros.— Pero les diré lo mismo que le dije a Zayn. En esa historia hay más de lo que se ve.
—Entiendo porque estaba alterado. —Musito el rubio.— Toda su vida deseo que sus padres volvieran por él, enterarse que ellos viven aquí y además tienen más hijos debe ser algo shockeante.
—Espera, ¿Que? —Fruncí el ceño.— ¿Los padres de Zayn tiene más hijos?
—Uh, ¿No lo sabias? —Negué hacia Harry.— Los vimos entrando al hospital hace unos días, tienen dos niñas pequeñas.
—Mierda, cuando Zayn lo sepa estará destruido.
—Por eso debemos estar con él más que nunca. —Afirmó Niall.— Zayn ha sido mi amigo por muchos años y estoy conciente de las esperanzas que tenía puestas sobre esto, será un golpe muy duro para él. —Suspiró.— ¿Que harán con respecto a sus tíos?
—Quieren quitarles la custodia de Zayn.
—Esto se pondrá más feo de lo que pensaba. —Niall se arrojo hacia atrás con los ojos cerrados.— Sus tíos no harán las cosas fáciles.
—Eso no es todo lo que temo. —Negué.— Parece que ellos dañaron más a Zayn de lo que pensaba.
—¿Porque lo dices?
—Él no está dañado solo fisicamente, si no tambien mentalmente. —Pasé las manos por mi rostro.— La primera vez que lo noté fue en el hospital. Cuando mi tío Andrew quiso tocarlo, Zayn comenzó a temblar.
—Lo he notado. —Niall asintió.— Ahora que lo pienso, la única persona por la que no ha tenido esa reacción es Anne.
—Él me dijo que no le gustaban los medicos. —Me mordí el labio intentando unir puntos.
—Puede que le tema a algunas personas y a otras no. —Ofreció Harry.
Asentí.— Tal vez hay cosas que Zayn aún no nos ha dicho.
—O simplemente las ha olvidado. —Fruncí el ceño hacia Niall.— Hay demasiados espacios en blanco en la mente de Zayn, él mismo me lo ha confesado. Dice que no recuerda algunas cosas de cuando era pequeño.
—Seria algo normal que su mente los haya bloqueado para protegerlo. —Afirme, recordando vagamente los libros de psicología que habia leido hacia un tiempo.— ¿Que rayos fue tan grave como para que se obligara a olvidarlo?
—No lo sé. —Negó.— Pero seguro sus tíos tuvieron algo que ver.
—¿Porque ellos...?
—¡NO! —El grito desgarrador proviniente del segundo piso nos hizo saltar a los tres.
—Zayn. —Musite antes de ponerme de pie y seguir los gritos hasta mi habitación.
Al abrir la puerta, la tenue luz del pasillo iluminó parcialmente la cama, mostrando a un aún dormido Zayn revolviendose debajo de las sabanas. Su rostro sudoroso y sus manos en puños sobre las sabanas mientras gritaba sin parar que lo soltaran. Hechando un rápido vistazo a la oscura habitación, me apresure hacia la cama y atraje a Zayn a mis brazos, provocando que sus gritos incrementaran en volumen.
—Zayn, bebé, abre lo ojos, vamos. —Susurré en su oído, atrapando sus brazos para que no me golpeará.— Vamos, ángel, despierta.
—¡No, no, dejame no me toques! —Gritó intentando alejarse de mi.— ¡SUELTAME!
—Zayn, maldición, abre los ojos y mirame. —Golpee suavemente su mejilla.— Vamos, pequeño, mirame, soy yo, Liam.
—¡No, no, por favor, no! —Brillantes lágrimas corrian por sus sonrosadas mejillas, sus intentos de alejarse se hacian más debiles.— No, por favor.
—Anda, ángel, abre esos lindos ojos y mirame.
Sus pestañas aletearon antes de que brillantes orbes ámbar aparecieran. Zayn miró en todas direcciones con el miedo escrito en todo su rostro antes de pegar su cuerpo aún más a mi.
—La luz, Liam, enciende la luz por favor. —Sollozó contra mi camiseta.— Enciende la luz.
Estirandome hasta mi mesa de luz, jale la pequeña cuerda de mi lampara de noche, iluminando parte de la habitación. Niall y Harry permanecian en la puerta mirando la escena con los ojos muy abiertos, el rubio me envió una mirada interrogativa a lo que me encogí de hombros, no tenía idea de lo que habia sucedido.
Zayn siguió sollozando contra mi cuello, repitiendo una y otra vez que no debía apagar la luz. Me sentí como una mierda al no haberme dado cuenta del temor de Zayn a la oscuridad, habia demasiadas cosas de él que aún no sabia. La repiración del moreno comenzó a hacerse cada vez más pausada hasta que volvió a dormirse en mis brazos. Aparte las ganas que tenía de quedarme con él y lo deje suavemente sobre la cama, haciendole un gesto a los otros dos salimos de la habitación. Esta vez dejando la luz de la lampara encendida.